TOLEDO, 14 (EUROPA PRESS)
Las mutuas castellanomanchegas Soliss y Solimat están de celebración. El próximo día 16 de abril cumplirán 90 años, pero lejos de estar en el ocaso de su existencia, lucen “salud de hierro”. Si Soliss es empresa “líder” en el sector de los seguros, Solimat, con 11 centros de atención directa al trabajador y un hospital laboral, protege a cerca de 140.000 trabajadores, tiene casi 12.000 empresas asociadas y 20.000 autónomos adheridos.
Así ha quedado de manifiesto en el acto conmemorativo que ha albergado el toledano Cigarral del Ángel Custodio, donde sendas mutuas “hermanadas” han sacado músculo, arropadas por el presidente regional, Emiliano García-Page, y la alcaldesa, Milagros Tolón.
El director general de Soliss, Pedro Barbé, ha resaltado el “hito” que supone para una empresa cumplir 90 años y tener “un gran recorrido por delante”, gracias a que todas las personas que la integra, desde sus creadores hasta la plantilla actual, con su “trabajo y esfuerzo”, han conseguido ganarse la confianza de miles de castellanomanchegos.
Barbé ha recordado al “ilustre” rejero toledano Julio Pascual, que junto a otros empresarios de la ciudad decidieron crear en 1933 esta mutua para proteger a sus trabajadores de los accidentes laborales y que, impulsados por su determinación, fueron capaces de superar la fractura que supuso la Guerra Civil.
“Si los fundadores nos están viendo, estarán orgullosos porque el esfuerzo que hicieron mereció la pena. Estarán orgullosos de que la mutualidad que ellos crearon y que empezó con 230 mutualistas y un saldo de 78.000 pesetas, a día de hoy tiene 130.000 clientes, más de 150 millones de fondos propios y genera más de 200 puestos de trabajo”, ha destacado el director, que ha añadido que los padres de Soliss pueden estar tranquilos, pues está en manos de “gente extraordinaria”, que dará lo mejor de sí misma para que esta historia de éxito continúe “muchos años más”.
Palabras de reconocimiento ha tenido la alcaldesa, Milagros Tolón, que ha remarcado que Soliss ha sido protagonista y “ha visto la historia de Toledo”, pues la mutua es ejemplo de gestión empresarial y financiera. Este buen hacer, ha aseverado, le ha valido ganarse la confianza no solo de los toledanos, sino de los castellanomanchegos, “y eso no es fácil”.
Además de agradecer a Soliss la puesta en valor del Cigarral del Ángel Custodio, Tolón también ha reconocido la acción “fundamental” que la aseguradora desarrolla en la vida cultural y social de la capital regional.
Por su parte, el presidente de Solimat, Humberto Carrasco, ha defendido que pese a esos 90 años, la entidad “goza de buena salud” y ha cumplido los mandatos de las personas que fundaron la aseguradora, pues ha señalado que el 95% de los usuarios de Solimat muestra “satisfacción” por el trato recibido y el 70 por ciento de los tratados la recomendaría como mutua.
“Estamos desarrollando una labor importante, tanto en seguros como en asistencia sanitaria”, ha destacado Carrasco, que se ha congratulado de que entre Soliss y Solimat sumen una plantilla de 400 personas que ofrecen servicio “día a día”.
RESISTIR Y ADAPTARSE A LOS CAMBIOS
El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha sido el encargado de cerrar este acto de “cumpleaños” adelantado, y lo ha hecho felicitado a ‘Soliss’ y ‘Solimat’, dos empresas que no han estado exentas de riesgo, pero que han sabido “resistir”, pues a lo largo de estos 90 años de existencia se han ido adaptando a los cambios.
A modo de ejemplo, ha hablado de la creación del Estado de las Autonomías, modelo que la aseguradora hizo suyo, contribuyendo al planteamiento de Castilla-La Mancha como comunidad autónoma.
Tras citar a Quevedo, que dijo que “la vida sin seguridad no es vivir”, García-Page ha reconocido que, gracias al esfuerzo de los agentes sociales, en seguridad laboral se ha avanzado mucho, pero es preciso implementarla “con más fuerza”.
“Una sociedad con una buena sanidad, con menos accidentes y con paz social es una sociedad competitiva”, ha defendido el titular del Ejecutivo autonómico, que ha reivindicado la necesidad de garantizar un clima de “seguridad”, un valor esencial que a Castilla-La Mancha le está valiendo para atraer empresas.
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