MADRID, 14 (SERVIMEDIA)
El vicepresidente de Acción Política de Vox, Jorge Buxadé, señaló este viernes que ve “perfectamente compatible la actividad agraria” con la “protección” de Doñana como parque nacional y con la “preservación” de su “riqueza y de sus valores naturales” en el ámbito de la flora y de la fauna.
Así lo indicó Buxadé en una entrevista en Servimedia, tras iniciar el Parlamento de Andalucía la tramitación de una proposición de ley del Partido Popular (PP) y Vox para legalizar regadíos en el Parque Nacional de Doñana
En este sentido, aseguró que Doñana “hay que tocarlo” para “mejorarlo”. “Hay que llevar agua a Doñana”, destacó, al tiempo que subrayó que hay una serie de “infraestructuras hidráulicas aprobadas” por real decreto del Gobierno que “no se han ejecutado desde hace dos años y medio”.
Buxadé comentó que la iniciativa aprobada en el Parlamento de Andalucía Vox la presentó hace prácticamente año y medio, en la anterior legislatura, pero no se aprobó porque se estaba “muy cerca” de las elecciones y el PP tenía “miedo” de aprobarla porque creía que le podía producir una “pérdida de votos”.
A su juicio, el problema es que este país, durante las últimas cuatro décadas lo han gobernado fundamentalmente el PSOE y el PP y “no han hecho nada” por la “preservación y el cuidado” de Doñana y hay agua del Guadiana o del Guadalquivir “que se puede llevar con las correspondientes infraestructuras para proteger” este parque.
Además, criticó que es esa “lucha puramente ideológica” de “esos falsos ecologistas” la que pretende “paralizar la vida humana, la actividad económica, supuestamente para preservar el medio ambiente”. Para Buxadé, el “buen ecologismo”, que “es el que está desarrollando Vox”, “es el que entiende que el principal elemento de cualquier ecosistema terrestre o acuático es el ser humano”.
INFRAESTRUCTURAS
Asimismo, Buxadé explicó que las políticas de agua en España han sido una “continuidad histórica” desde “los tiempos de Alfonso XIII”, cuando “se diseñan los primeros planes hidrológicos”. En la Segunda República, continuó, no se modifica eso y se siguen ejecutando infraestructuras hidráulicas durante el tiempo del régimen de Franco y en la primera parte de la democracia, tras la Constitución de 1978.
Hay un momento “clave”, prosiguió, que es el intento de aprobar un plan hidrológico nacional por el Gobierno de José María Aznar, pero como el Estado de las autonomías se convierte en “un enemigo de una política nacional necesaria”, que es la gestión adecuada del agua, los “separatismos, nacionales y regionalismos” lo “impiden” y finalmente lo “finiquita” Zapatero, quien “acaba con una política hidráulica de 100 años de historia en España”.
Por desgracia, continuó, “el Gobierno de Rajoy no recupera esa política y el Gobierno de Sánchez la ha, definitivamente, finiquitado”. Además, expuso que lo que se vive en Doñana se vivió también “en el Mar Menor”, donde “de la misma manera la izquierda acusa solo al sector agrícola y al sector ganadero de un perjuicio que se produce a un determinado ecosistema”.
“Ese ecosistema hay que cuidarlo, hay que protegerlo, pero no podemos echar la culpa solo a los agricultores y los ganaderos, cualquiera que haya estado en el Mar Menor sabe que ahí la principal causa de la degradación de este ecosistema acuático son los residuos urbanos de municipios con un brutal crecimiento de población, sobre todo en verano”, agregó.
Ante esto, denunció que ningún gobierno municipal, ni socialista ni popular, ha hecho “ningún esfuerzo” por mejorar los sistemas de evacuación de aguas residuales, por doblar las vías, por construir infraestructuras para la limpieza de esas aguas residuales y para que viertan fuera del Mar Menor.
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