MADRID, 14 (EUROPA PRESS)
El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, ha condenado “enérgicamente” el lanzamiento de un nuevo misil balístico de largo alcance por parte de Corea del Norte, que tuvo lugar durante la mañana del jueves.
El portavoz de Guterres, Stéphane Dujarric, ha señalado que desde la Secretaría General reiteran sus llamamientos a Pyongyang para que “cumpla plenamente con sus obligaciones internacionales en virtud de todas las resoluciones pertinentes del Consejo de Seguridad”.
Asimismo, ha pedido a las autoridades norcoreanas a que reabran los canales de comunicación y reanuden el diálogo que conduzca a una sostenible y la desnuclearización completa y verificable de la península de Corea.
Las autoridades norcoreanas han confirmado que este jueves se lanzó un nuevo tipo de misil balístico intercontinental que utiliza combustible sólido con el objetivo de lograr la “disuasión de una guerra nuclear”. El Ejército surcoreano informó anteriormente de que el misil voló alrededor de 1.000 kilómetros antes de caer en el mar de Japón.
Corea del Norte también ha asegurado que el lanzamiento no supuso ningún peligro para la seguridad de los países vecinos, después de que la maniobra provocase que Japón lanzara una alerta de evacuación para los ciudadanos de la isla de Hokkaido, en el norte del archipiélago, por peligro de que el misil sobrevolase su espacio aéreo.
El lanzamiento del misil, que ha sido también condenado por Japón, Corea del Sur y Estados Unidos, se produce días después de que el líder norcoreano, Kim Jong Un, se reuniese con altos cargos de las Fuerzas Armadas del país para remarcar la “necesidad” de que la disuasión de guerra de fuera “más ofensiva”.
Por otro lado, Seúl ha denunciado que Corea del Norte lleva una semana –siete días consecutivos– sin responder a las rutinarias llamadas de seguridad a través del canal de comunicación conjunto, criticando su “actitud unilateral e irresponsable”. Las autoridades surcoreanas afirmaron el lunes que estaban sopesando la posibilidad de que Pyongyang hubiera suspendido “de forma unilateral” el canal de comunicación, a través del cual ambos países mantenían dos contactos diarios.
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