En una jornada en Bilbao sobre igualdad de la Guardia Civil han coincidido en que el rescate se ve aún como “un campo muy masculino”
BILBAO, 13 (EUROPA PRESS)
Mujeres integrantes de equipos de rescate y auxilio de Guardia Civil, Policía Nacional, Unidad Militar de Emergencias, Capitanía Marítima, Cruz Roja Euskadi y DYA han coincidido en percibir más “micromachismos y estereotipos” ante su presencia en este ámbito “en la sociedad que entre sus compañeros”. También que “faltan referentes femeninos y queda mucho por hacer” en el aspecto educacional porque se ve el rescate como “un campo muy masculino asociado a la fuerza y no a la formación”.
Estas han sido algunas reflexiones que han trasladado siete especialistas de distintas instituciones y policías en las X Jornadas de Igualdad organizadas por la Comandancia de la Guardia Civil de Bizkaia bajo el título “La mujer en las intervenciones de rescate y auxilio” y que han tenido lugar este jueves en Bilbao.
Las jornadas han sido presididas por el Coronel Jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Bizkaia, Pascual Segura Iborra, y ha contado con la presencia de autoridades de distintas administraciones, entre los que se encontraban la Fiscal Superior del País Vasco, Carmen Adán, y el subdelegado de Gobierno en Bizkaia, Vicente Reyes.
Segura Iborra ha dado paso a una mesa redonda en la que la primera ponente ha sido la guardia civil Fátima Moreno, del servicio marítimo de Cantabria, miembro de la 2ª promoción de mujeres y 34 años en el Cuerpo y que dos meses al año hace comisiones de servicio a bordo de buques oceánicos en labores de control de la migración en el litoral de los países del Sahel, Mauritania, Gambia, Senegal y Cabo Verde.
CRISIS MIGRATORIAS
Durante su intervención ha narrado su experiencia en rescates en el Mar Cantábrico y en misiones internacionales en el litoral Noroeste de África. Tras relatar que los comienzos fueron “duros” ha remarcado que no detectó distinción entre sexos respecto a sus compañeros porque solo había “problemáticas a resolver”.
Moreno ha afirmado que cree que durante su experiencia en rescate de migrantes, aportó una visión diferente respecto a la convivencia con mujeres en estos operativos, en el trato con ellas para ropa y aseo íntimo.
También ha asegurado que, desde su punto de vista, los rescates en el sur son cada vez más agresivos por las mafias, que huyen a gran velocidad y obliga a evitar poner en peligro las vidas de las personas a las que transportan para no provocar accidentes.
En segundo lugar ha intervenido, Mariona Aubert, la única agente guardia civil en el grupo especial de rescate de montaña (GREIM), además de deportista que fue “ninguneada” por el seleccionador nacional, pese a ser la mejor en las pruebas de selección para el acceso al Equipo Femenino Español de Alpinismo (EFA) en 2018.
Aubert ha asegurado que, por parte de sus compañeros, “nunca se ha sentido ninguneada porque la han tratado “como a una más” y lo único que ha percibido es que “no estaban acostumbrados a ver mujeres” en ese terreno desempeñando esa misma función.
Tras recordar la dificultad de la conciliación familiar, ha destacado la importancia de la formación continua y que la mujer en los rescates “quizás aporte una parte más humana, de estar más pendiente de atender a las víctimas”.
Respecto a la poca presencia femenina, cree que es “algo educacional porque desde niñas se inculca que el rescate es cosa de hombres, algo percibido sobre todo en la calle, donde se sorprenden más y creen que en la montaña eres la de la oficina, la médico o la enfermera y no montañera de rescate”.
La inspectora jefe de la brigada de seguridad y protección del Cuerpo Nacional de Policía, I.R, ha recordado algunos datos respecto a la presencia femenina en la Policía, donde se ha pasado de 49 agentes en 1979 a las 11.000 actuales, que representan el 17% del total.
APOYO PSICOLÓGICO EN EL VOLCÁN LA PALMA
A continuación, la capitana de la unidad militar de emergencias UME de las fuerzas armadas, Cristina Gamboa, licenciada en psicología y master en neuropsicología, ha recordado su labor en el apoyo psicosocial durante la Operación Volcánica de la Palma, donde realizó la asistencia psicológica a intervinientes y población civil, por primera vez, dentro de la zona de exclusión.
En su intervención ha enumerado difíciles situaciones en las que su grupo tuvo que prestar apoyo in situ ante bloqueos emocionales, reacciones agudas ante evacuación de viviendas y recogida de enseres, despedida y abandono de domicilios.
La inspectora de seguridad marítima, Daryeni Vargas, de la capitanía marítima de Bilbao, licenciada en náutica y transporte marítimo, ha narrado diversas situaciones durante la crisis migratoria en el Estrecho de Gibraltar en 2017 y 2018, donde ha recordado que asistieron a 1.200 pateras y 23.000 personas el primer año y al doble en 2018, con más de 50.000 asistidos.
Vargas ha señalado que fue un trabajo “duro” donde, pese a las personas que se logra rescatar, “te quedas finalmente con los que no has podido ayudar y con los que perdiste el contacto y no tuviste noticias de su paradero y no pudiste localizar su ubicación en el mar”.
A su vez, por parte de Cruz Roja ha intervenido Ainhoa Munitiz, formadora de socorrismo acuático en espacios naturales y primeros auxilios y rescate en el mar, incluidos los socorristas de verano en playas de Bizkaia y que, de manera voluntaria, realiza rescates en mar y preventivos de todo tipo de actividades en el agua.
Munitiz ha relatado que en el salvamento en Bizkaia, el 80% son hombres y el 20% mujeres y ha afirmado que “la formación es muy importante pero la prevención, importantísima, porque el mejor socorrista es el que no tiene que rescatar a nadie porque ha hecho bien la prevención”.
En cuanto a qué cree que frena a las mujeres a dedicarse al rescate, ha dicho que “todavía se ve como un campo muy masculino donde importa más la fuerza que la técnica o el conocimiento”. “Yo me consideró igual de capacitada que mis compañeros porque hago lo mismo”, ha señalado, para añadir que no ha detectado micromachismos entre sus compañeros, donde se da “más bien cierta tendencia a la protección”.
En cambio, sí detecta “micromachismos” entre algunos atendidos, en la sociedad o la calle, donde “aún se extrañan al ver que eres mujer y se siguen sorprendiendo, cuando no estas ahí por ser mujer sino por tener la misma formación y capacitación”.
Igualmente ha revelado “comentarios fuera de lugar sobre la vestimenta o cómo te queda la ropa, que son habituales”. También se sigue oyendo que “las mujeres tenemos menos fuerza” y cree que “faltan referentes” en el ámbito del mar y del rescate, por lo que ha pedido que se les dé “más voz” a las ya existentes y aumentar su porcentaje.
Finalmente, la experta en psicología de emergencias de DYA e integrante de la red nacional de psicólogos para atención a víctimas del terrorismo Verónica Rial ha repasado la incorporación de la mujer al mundo de la emergencia, entre otras experiencias, sobre auxilios donde cree que “queda mucho por hacer en la lucha contra los estereotipos”.
Tras recordar que DYA se fundó en 1966 con cinco hombres, y que en los 70 “entraron mujeres pero solo de telefonistas o para cuestaciones”, ha remarcado que la primera conductora de ambulancia llegó en los años 90 porque hasta entonces “no podían conducir ambulancias y solo se asociaba su papel a los cuidados”.
Rial ha asegurado que hace falta mucha implicación familiar para dedicarse a emergencias y, durante años, hubo que elegir “entre lo que se esperaba de nosotras o salir fuera”.
Hoy día, ha dicho, las mujeres representan en DYA el 80% en formación, el 50% en ambulancias y el 20% en rescate, y ha resaltado que “cuanta más formación se requiere en algo, más presencia femenina”; para añadir que ya “el 60% de solicitudes de voluntariado son mujeres”.
- Te recomendamos -