MADRID, 12 (EUROPA PRESS)
El ciberataque más común en todo el mundo que se está produciendo contra los vehículos y las flotas es el relacionado con el sistema sin llave o ‘keyless’ para robar el automóvil o los bienes que haya en su interior, seguido de los ataques a los servidores y las aplicaciones móviles, según ha informado este martes el ‘marketplace’ de vehículos de ocasión 100% ‘online’ Niw.es.
La plataforma ‘online’ ha resaltado la necesidad de conocer a qué tipo de ciberataques están expuestos los vehículos y cómo hacer frente a ellos, a la par que ha recomendado apostar por fabricantes y concesionarios oficiales que garanticen que los coches cumplen con toda la normativa en esta materia.
En este sentido, también existen otros tipos de ciberataques que se relacionan con la comunicación WiFi, conocida como ‘rogue acces point’, así como los ataques por Bluetooth, siendo una práctica que aprovecha la tecnología y el emparejamiento que el conductor o los acompañantes suelen hacer dentro del coche.
Desde Niw.es han recomendado verificar que la red es la original del coche, cuando se conecten los dispositivos, además de desconectar el Bluetooth siempre que no sea necesario y tener los dispositivos actualizados con la última versión disponible.
Por ello, los fabricantes de vehículos se están preparando ante futuros ciberataques que anulen los objetivos y órdenes del conductor, para que la conectividad no sea sinónimo de peligrosidad, por ejemplo, dando la posibilidad de desconexión de Internet en sus vehículos durante la mayor parte del tiempo de la conducción.
En este contexto, el auge de la ciberdelincuencia y ciberataques en las empresas conllevó a la Organización de las Naciones Unidas a aprobar una directiva para proteger a los vehículos de este tipo de riesgos.
En concreto, según la normativa de las Naciones Unidas, los coches homologados de la Unión Europea (UE) deberán tener un certificado de ciberseguridad, y la obligación se extenderá a todos los vehículos nuevos de la UE a partir del próximo 1 de julio de 2024. En caso de incumplimiento, los fabricantes pueden enfrentarse a sanciones de hasta 30.000 euros por vehículo, según ha detallado Niw.es.
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