MÁLAGA, 11 (EUROPA PRESS)
Las acusaciones en el juicio contra cuatro acusados de supuestamente asesinar a dos hombres en 2018 en la Costa del Sol, uno de ellos tras la comunión de su hijo en Marbella (Málaga), sostienen que estos procesados presuntamente planificaron los crímenes y los disparos fueron a órganos vitales; mientras que las defensas niegan la participación de sus clientes y alegan falta de pruebas contra estos.
El juicio a estos cuatro acusados y a otros cuatro supuestos colaboradores –había una novena procesada para la que se ha retirado la acusación– ha comenzado este martes en la Audiencia de Málaga después de la elección el lunes de los miembros del jurado popular. La Fiscalía pide prisión permanente revisable para los principales procesados por dos delitos de asesinato y 12 años de prisión para los otros acusados por los mismos delitos, pero como cómplices.
El primero de los hechos que se juzga tuvo lugar en mayo de 2018 cuando la víctima se subía a su coche con su familia tras la comunión de uno de sus hijos en Marbella; mientras que el segundo asesinato tuvo lugar en agosto del mismo año cuando el hombre acababa de llegar a su casa en Estepona (Málaga) tras haber estado esa noche con uno de los acusados.
El fiscal Antidrogas Carlos Tejada ha explicado a los jurados que en el juicio, que se prolongará hasta mayo, oirán las declaraciones de los acusados, los testigos y los peritos, “pero a las víctimas son las únicas que no podemos escuchar”, indicando que las defensas apuntan a que los dos hombres asesinados supuestamente “estaban relacionados con el narcotráfico”, algo que, ha dicho, puede ser, “como ocurre con los acusados”.
“Pero en el peor de los casos que así fuera, eso no significa que tengan que morir”, ha señalado el fiscal, quien ha precisado que en el primer hecho el autor dio “cinco disparos certeros que acabaron con la vida de la víctima en el acto” y en el segundo disparó al hombre varias veces “a corta distancia, que lo deja fulminado, sin posibilidad de sobrevivir”. Ha apuntado que desconoce la actividad laboral de los procesados.
Previamente, en declaraciones a los periodistas ha asegurado que ha sido una investigación “larga” por lo que ha dicho que será un juicio “complicado en sí”, ya que “hay muchos testigos y periciales, como prueba tecnológica”. Así, ha incidido en que son ocho acusados “cada uno con su representación letrada, con lo que eso también alarga el procedimiento a nivel de los interrogatorios”.
Además, como es una cuestión que implica tanto a España como a Suecia, ya que los procesados tienen vinculación con la ciudad sueca de Malmö, “ha habido comisiones rogatorias y habrá testificales por videoconferencia”, ha apuntado el fiscal, quien ha señalado que ya la selección del jurado “se alargó por esa complicación del caso en sí”, de forma que “hubo bastante excusados y recusaciones”, ha apuntado.
Sobre la posibilidad de un acuerdo con las defensas, ha asegurado que “siempre hay conversaciones, no solo en este caso, en todos, es una cuestión que está en la ley”, apuntando que en esos supuestos siempre hay que tener en cuenta la opinión de la víctima”. No obstante, ha dicho que “en estos momentos no se ha llegado a acuerdo”.
Por su parte, el letrado de la acusación particular, en representación de los familiares de la segunda víctima, ha asegurado que ambos asesinatos siguen el mismo modus operandi y son realizados por “personas que saben lo que hacen, que se dedican a este tipo de crímenes, que son sicarios”.
Las defensas han rechazado la participación de sus clientes en los asesinatos y han argumentado en sus escritos provisionales que no hay pruebas contra ellos. De hecho, uno de los abogados ha asegurado que “hay datos científicos que argumentan que los hechos no ocurrieron como dicen las acusaciones”. “No hay ni una prueba real” de la culpabilidad, ha apuntado.
Este letrado, el único que ha dado tiempo a exponer su tesis en esta sesión, ha dicho que su cliente “no es un angelito pero no es un asesino”. “No ha matado a nadie”, ha incidido y ha considerado que “los hechos son gravísimos, pero lo peor es que sus autores no están en esta sala”; por lo que ha instado a que se investiguen “y no que se intenten encajar piezas que no encajan”.
Asimismo, ha explicado que “según la versión policial, la segunda víctima ordena la muerte del primero y como no paga, lo matan”; pero ha incidido en que es “una hipótesis que queda desvirtuada por la falta de prueba y por el atentado brutal a la lógica”, considerando que los dos asesinatos “no están conectados”.
Así, ha asegurado que según las investigaciones los dos hombres asesinados se dedicarían al tráfico de cocaína uno y al de hachís, el otro; “dos mundos que parecen uno pero que son distintos”; y ha señalado que en todo el procedimiento “no hay ni una prueba completa porque se trataba de sostener esta hipótesis”.
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