MADRID, 11 (SERVIMEDIA)
La Audiencia Nacional juzga a partir de este martes a Bilar Jfita, marroquí y sin antecedentes penales previos, que actuaba como imán en la Mezquita de Getafe, por varios delitos relacionados con el terrorismo yihadista. El hombre difundía material del Daesh y tenía en su poder instrucciones para realizar atentados o para diseñar acciones como ‘lobo solitario’.
La Fiscalía considera que su actividad constituye delitos de autoadoctrinamiento terrorista y enaltecimiento del terrorismo. En el primer caso, el Ministerio Público pide cinco años de prisión con inhabilitación absoluta de ocho años y libertad vigilada durante cuatro años una vez cumplida la pena. Por enaltecimiento, solicita tres años de prisión con inhabilitación absoluta de diez años y libertad vigilada de dos años tras el cumplimiento de la pena
Bilar Jfita comenzó a estar en el radar de la Comisaría General de Información por sus contactos con Mousa el Morabit, detenido en diciembre de 2018 por haber combatido en Siria en las filas de Jabhat Al Nusra y Daesh. Según los investigadores, ambos habían mantenido contactos de manera personal y a través de internet.
Jfita entró en España en julio de 2017 por primera vez y en una segunda ocasión, en marzo de 2018, fijando su domicilio en Getafe, donde encontró empleo en la Mezquita Al-Istikama, donde daba el sermón de los viernes.
Los seguimientos que se le hicieron mostraron que era activo en Facebook y Telegram donde compartía imágenes, vídeos e infografías relacionadas con el islamismo radical. A partir de ese momento se intervinieron sus comunicaciones. El 3 de diciembre de 2020 agentes de la Comisaría General de Información registraron el domicilio de Jfita, donde se incautaron de varios dispositivos tecnológicos.
La Policía concluyó que el hombre adoptaba medidas de seguridad en sus comunicaciones y el uso de redes sociales. Usaba terminales diferentes para su vida privada y para la actividad de difusión de contenidos yihadistas. Jfita tenía en su poder vídeos de Daesh en los que se daban instrucciones para operar de manera anónima en internet o para adquirir un número de teléfono virtual no rastreable a través de la aplicación Primo.
Sus dispositivos tenían instalado software especializado para hacer anónima la navegación en la red y contaban con mecanismos para esconder aplicaciones en terminales Iphone, espiar conversaciones de terceros o detectar cuándo un terminal está intervenido. Además, participaba en 41 grupos de temática yihadista en los que intercambiaba vídeos con imágenes de muertes o ejecuciones violentas perpetradas por aplastamiento, con una excavadora o por actos violentos.
Además, Jfita buscó información sobre la forma de cometer atentados en una infografía titulada ‘Consejos a los yihadistas en las tierras del enemigo’. También tenía documentación para la actuación de ‘lobos solitarios’ y consejos para evitar ser capturado por las Fuerzas de Seguridad.
Entre los documentos almacenados figuraban varias fotografías en informaciones sobre ‘El profesor francés (vinculado a la libertad de género) encontrado con la cabeza cortada en un contenedor de basura, y no se sabe quien le cortó la cabeza, gracias a Dios (sic)’.
Compartió igualmente una justificación religiosa al hecho de asesinar a quien insulte o se burle del profeta Mahoma. El hombre, que actuaba como imán de la Mezquita de Getafe, impartía clases de memorización del Corán a niños y los acompañaba a excursiones.
Además, Jfita justificó por diversos medios la comisión de atentados y realizó comentarios de desprecio y burla a las víctimas de atentados terroristas. El hombre fue detenido el 20 de diciembre de 2020 y se encuentra en situación de prisión provisional.
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