MADRID, 31 (SERVIMEDIA)
El Ministerio de Sanidad distribuyó desde 2021 al conjunto de comunidades y ciudades autónomas un total de 7,5 millones de euros del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia para financiar proyectos de mejora de la cobertura del cribado poblacional del cáncer colorrectal.
Con motivo de la conmemoración este viernes del Día Mundial contra el Cáncer de Colon, el departamento ministerial mostró su compromiso para seguir avanzando en el abordaje integral de este tipo de cáncer, mediante una atención centrada en el paciente y asegurando la continuidad asistencial.
En este sentido, se espera que los datos de cribado sigan mejorando a lo largo de este 2023, después de que se hayan logrado recuperar los niveles de cobertura y participación, alcanzando cifras similares a las anteriores al inicio de la pandemia provocada por la covid-19.
En España, el cribado poblacional de cáncer colorrectal se incorporó a la cartera común de servicios del Sistema Nacional de Salud (SNS) en 2014, estableciendo un periodo de cinco años para que las comunidades autónomas iniciasen su implantación y diez años para alcanzar una cobertura cercana al 100%.
Actualmente, todas las comunidades autónomas han iniciado la implantación de este programa de cribado, con la realización de una prueba de sangre oculta en heces en hombres y mujeres de 50 a 69 años y con una periodicidad de dos años.
COBERTURA
Los datos de 2022 actualmente disponibles muestran una cobertura por invitación de la población objetivo del 74,15% y una participación del 40,61%.
El cáncer colorrectal es un importante y todavía creciente problema de salud en España. El aumento de incidencia y supervivencia, así como la alta prevalencia de sus principales factores de riesgo y la posibilidad de un diagnóstico precoz efectivo, demuestran la gran necesidad de ampliar la implementación de programas poblacionales de detección precoz hasta cubrir el 100% de la población de 50 a 69 años de edad.
Actualmente, el cáncer colorrectal ocupa el segundo lugar en frecuencia tanto en hombres como en mujeres, y el primer lugar si se consideran los casos en ambos sexos.
La incidencia ha mantenido una tendencia creciente en España debido básicamente a la influencia de los factores de riesgo (se estima que un 70% de los cánceres colorrectales son evitables tan sólo a través de medidas dietéticas y nutricionales) y la introducción progresiva de estrategias de detección precoz.
ESTRATEGIA EN CÁNCER
La Estrategia en Cáncer del SNS, cuya última actualización fue aprobada en 2021, aboga por un abordaje integral de cualquier paciente con cáncer y concreta tres objetivos para mejorar la detección precoz del cáncer colorrectal.
Por un lado, realizar la detección precoz siempre y en el marco de programas organizados de base poblacional. En segundo lugar, impulsar la puesta en marcha de estos programas con el objetivo de alcanzar una cobertura de invitación total antes del 2024.
Y, además, obtener un mínimo del 75% de participación en programas de cribado de cáncer de colorrectal. Para ello, se promoverán acciones de sensibilización y mejora de accesibilidad de la población con el objetivo de incrementar la tasa de participación.
En lo referente al modelo asistencial, la Estrategia promueve el establecimiento de canales de diagnóstico rápido entre Atención Primaria y Atención Hospitalaria ante signos o síntomas de sospecha de patología oncológica de los tipos tumorales más frecuentes, entre ellos especialmente colorrectal.
SUPERVIVIENTES
En cuanto a la atención al largo superviviente, es una de las novedades incluidas en la última actualización de la Estrategia. Las mejoras de la supervivencia del cáncer observadas en las tres últimas décadas en España son consecuencia de la combinación de mejoras en el diagnóstico, con diagnóstico más precoz, y mejoras en el tratamiento del cáncer.
En este sentido, la Estrategia prioriza dos objetivos: que una vez finalizado el tratamiento y seguimiento inicial, se establezca y entregue por escrito a cada paciente un plan individualizado de seguimiento; y establecer los circuitos de seguimiento de pacientes sin enfermedad presente, que han terminado su tratamiento y seguimiento inicial, entre Atención Primaria y Hospitalaria, de forma coordinada y protocolizada de común acuerdo.
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