MADRID, 27 (EUROPA PRESS)
El jefe de la junta militar que gobierna birmana desde el golpe de Estado de febrero de 2021, Min Aung Hlaing, ha prometido adoptar “medidas decisivas” para hacer frente a las actividades de los grupos armados, a los que ha tildado de “terroristas”, ante el aumento de los combates y los ataques contra las fuerzas de seguridad en varios puntos de país.
El jefe del Ejército ha indicado durante un desfile militar en la capital, Naypidó, que “la democracia no puede ser lograda a través de medios violentos” y ha subrayado que la junta “adoptará medidas decisivas para responder” a las actividades de estos grupos armados, según ha recogido la cadena de televisión birmana Democratic Voice of Burma.
Así, ha manifestado que “ningún gobierno permitiría ataques terroristas” y ha hecho hincapié en que “los ataques terroristas sólo destruyen el país”. “Es necesario detener la violencia”, ha dicho, antes de incidir en que el Ejército “responderá de forma efectiva” a los grupos que “destruyen la nación y matan gente”.
“Pido a la comunidad internacional que coopere de forma positiva con el Consejo Militar para aplicar un camino correcto hacia la democracia”, ha sostenido Min Aung Hlaing, quien ha acusado a “algunos países” de apoyar al terrorismo y desestabilizar la situación en el país asiático.
Por otra parte, el líder de la junta militar birmana ha reseñado que el país “necesita paz y estabilidad” de cara a la celebración de las elecciones, tras la cancelación de los resultados de las celebradas en 2020 –en las que se impuso la Liga Nacional para la Democracia de la Premio Nobel de la Paz y entonces líder ‘de facto’, Aung San Suu Kyi– por el golpe de Estado de febrero de 2021.
Las autoridades militares indicaron tras la asonada que habría comicios en un año, si bien posteriormente fueron aplazadas a 2023. En estos momentos no hay fecha anunciada y no está claro que se vayan a celebrar este año, dado que la junta apunta al aumento de la violencia como argumento para volver a postergarlas.
“Las elecciones deben ser libres y justas, en línea con la ley, para que la gente no pierda sus derechos democráticos. Para garantizar que no hay problemas, el primer requisito es la estabilidad y la paz”, ha defendido el jefe de la junta durante su discurso. “En unas elecciones la gente vota por su futuro, por lo que no es algo que tomarse a la ligera”, ha zanjado.
Birmania se encuentra sumida en una guerra civil desde el golpe de Estado de 2021. Desde entonces, más de 3.150 personas han muerto en el marco de las operaciones llevadas a cabo por la junta y cerca de 17.000 todavía siguen detenidas, según datos de la Asociación de Asistencia para Presos Políticos de Birmania (AAPP).
El Gobierno de Unidad Nacional, las autoridades democráticas birmanas en el exilio, ha indicado que el Ejército de Birmania ha cometido más de 30 masacres de civiles en todo el país desde la toma de poder por parte del Ejército, mientras que el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk, denunció a principios de marzo la “impunidad” con la que actúa desde hace dos años la junta militar birmana, a la que acusó de crear una crisis política y humanitaria “perpetua”.
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