VALLADOLID, 26 (EUROPA PRESS)
La Reserva Regional de Caza de Los Ancares Leoneses, en la localidad leonesa de Villafranca del Bierzo, ha celebrado este domingo una subasta de los lotes incluidos en el Plan Técnico de la Junta para la temporada 2023/24, que ha coincidido con el 50 aniversario de su creación.
El viceconsejero de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, Rubén Rodríguez, ha asistido a dicho evento, en el que ha estado acompañado por el alcalde José Manuel Pereira y representantes de los municipios de la reserva, según un comunicado de la Administración autonómica recogido por Europa Press.
Las especies objeto de subasta han sido el rebeco (ambos sexos) con 59 lotes, cinco lotes de ciervo y 28 lotes de cabra montés (ambos sexos).
Los precios de salida han oscilado entre los 650 euros de la hembra de rebeco hasta los 2.100 del rebeco macho (Tipo A); de los 850 euros del ciervo Tipo B a los 1.450 para el ciervo Tipo A y, en el caso de la especie cabra montés, entre los 350 euros de una hembra de cabra montés y los 1.900 euros del macho Trofeo (Tipo A2).
Hay que tener en cuenta que al importe generado por la adjudicación de los lotes que salen a subasta hay que sumar la liquidación correspondiente de cuota complementaria, en función de la puntuación fiscal que ofrezca cada trofeo una vez abatido.
En este sentido la Junta ha destacado la existencia este año de algún lote de cabra montés Tipo A2, que son individuos entre 210 y 230 puntos fiscales, así como los rebecos Tipo A, que en la edición anterior alcanzaron en torno a los 4.500 euros, individuos con más de 78 puntos fiscales y las hembras de rebeco, muy atractivas entre el colectivo.
Los propietarios de los terrenos acordaron continuar con el sistema tradicional de subasta mixta, teniendo en cuenta que los adjudicatarios provisionales que no procedan a realizar el pago en 10 días perderán el lote y quedará a disposición de la plataforma web de comercialización Subastas de caza
Se trata, ha precisado la Junta, de un evento “muy concurrido”, al que suelen estar “muy atentos” cazadores y promotores turísticos de España y otros países, puesto que se da la circunstancia de que la subasta ‘online’ suscita también “mucho interés, dado que hay cazadores dispuestos a pujar fuerte por una pieza de Ancares”.
RESERVAS REGIONALES
Las Reservas Regionales de Caza son terrenos declarados con el doble fin de conservar y promover determinadas especies y, una vez alcanzados los niveles de densidad adecuados, aprovechar racionalmente esta riqueza cinegética para la máxima satisfacción social y recreativa, procurando dirigir hacia las comarcas afectadas una intensa corriente dineraria que permita mejorar sus condiciones económicas y sociales.
La Reserva Regional de Caza de Los Ancares Leoneses fue declarada Reserva Nacional de Caza en el año 1973 por Ley 2/1973, de 17 de marzo, de creación de trece reservas nacionales de caza, y, posteriormente, tras ceder el Estado las competencias a las diferentes autonomías, se declaró Reserva Regional de Caza.
El espacio está ubicado en el extremo noroccidental de la provincia de León, lindando con las comunidades del Principado de Asturias y de Galicia.
Tiene cotas de gran importancia y renombre como Cuiña (1987 metros), Miravalles (1969 metros), Teso Mular (1884 metros), Tres Obispos (1792 m), que marcan la divisoria con las vecinas provincias de Lugo y Asturias y comprende 25 poblaciones repartidas en cinco ayuntamientos como los de Balboa, Candín, Peranzanes, Vega de Espinareda y Villafranca del Bierzo.
LA CAZA PARA EL MEDIO RURAL
La Administración autonómica ha señalado que la caza en Castilla y León constituye un “importante” recurso económico para las zonas rurales y un “importante” recurso natural, “que tiene asegurado su futuro si se mantiene su adecuada gestión y su aprovechamiento responsable”, como es el que promueve la nueva Ley 9/2019, de 28 de marzo, de modificación de la Ley 4/1996, de 12 de julio, de Caza en la Comunidad Autónoma de Castilla y León.
De la misma manera, ha indicado que la Ley de Caza de Castilla y León ha supuesto una actualización del marco normativo de la actividad cinegética, “muy importante en los territorios rurales y que contribuye a su desarrollo económico y a la fijación de población”.
Se trata, además, de una actividad que “actúa asimismo como factor de socialización y que integra valores de carácter deportivo y turístico, así como culturales y sociales de una actividad tradicional en Castilla y León”.
La Junta ha asegurado que esta es una actividad “imprescindible” para el equilibrio de los ecosistemas y para la recuperación de la fauna silvestre más sensible, así como para el control poblacional de las especies y la remisión de daños a las personas, a la ganadería y a la agricultura y para mantener los valores silvestres de las distintas especies
Por esta razón, la Junta de Castilla y León defiende la actividad de la caza, dentro de la adecuada gestión y aprovechamiento responsable que promueve la citada normativa autonómica, considerándola como una herramienta necesaria para activar la economía de la zona y, en definitiva, para fijar población en el medio rural.
- Te recomendamos -