MADRID, 26 (EUROPA PRESS)
El presidente de Pakistán, Arif Alvi, y el primer ministro del país, Shebhaz Sharif, han protagonizado un cruce de declaraciones este fin de semana sobre el desarrollo de las elecciones locales en los estados de Punyab y Jíber-Pajtunjua en un roce que vuelve a tener como protagonista de fondo al ex primer ministro Imran Jan y a su partido del Movimiento por la Justicia de Pakistán (PTI).
Ambos estados son feudos del partido de Jan, cuyos responsables, siguiendo las directrices del ex mandatario, abandonaron sus puestos y dejaron un vacío de poder en un intento de repetir los comicios para forzar, en último término, elecciones generales en todo el país en una apuesta por regresar al poder.
Las elecciones estaban previstas para el mes que viene pero la Comisión Electoral de Pakistán decidió aplazarlas cinco meses, hasta el 8 de octubre alegando que las autoridades locales son incapaces de proporcionar los fondos y la seguridad necesarias para celebrar los comicios.
El viernes, el presidente Alvi instó por carta al primer ministro a que “cooperara” con la Comisión Electoral para que cumpliera la sentencia del Tribunal Supremo que obliga a celebrar los comicios en su fecha original “para evitar más complicaciones”, según el jefe del Estado, en una misiva interpretada por Sharif como una maniobra de presión del mandatario con Jan como último beneficiado.
Para rematar la situación, Alvi también lamentó profundamente la respuesta policial a las últimas semanas de crisis política en Pakistán en torno al juicio contra Jan por supuesto enriquecimiento ilícito, y cuyos prolegómenos se han visto mancillados por enfrentamientos entre simpatizantes y agentes de seguridad que han dejado numerosos heridos y escenas casi diarias de violencia.
“Los incidentes de violaciones de los derechos humanos y opresión por parte de los aparatos del Estado contra ciudadanos inocentes son una clara violación de los derechos fundamentales”, acusó el presidente antes de lamentar que la imagen internacional de Pakistán ha quedado “mancillada” por estos sucesos.
Este domingo, Sharif ha contestado con una carta de cinco páginas en la que acusa directamente al presidente de haber lanzado “un comunicado de prensa del PTI” en forma de una petición “descaradamente partidista” y acusado a Alvi a las claras de “abrazar abiertamente las posturas antigubernamentales y unilaterales” del partido de Jan “ignorando el juramento que prestó al llegar a la Presidencia”.
“Señor presidente, lo que realmente ha ‘mancillado’ la imagen de Pakistán en la comunidad internacional el completo desprecio de las leyes y la Constitución por parte del PTI”, ha criticado Sharif antes de afear al mandatario que nunca “haya alzado la voz ni compartido sus preocupaciones de la manera que lo ha hecho en su carta en el pasado, mientras el PTI estaba en el poder”.
Sharif, quien ha defendido la validez de la decisión de la Comisión Electoral al entender que se trata de un retraso motivado “por una serie de realidades prácticas sobre el terreno”, ha llegado incluso a acusar al presidente de excederse en sus competencias con estas críticas al Ejecutivo y le ha recomendado que “actúe en el ejercicio de sus funciones de conformidad con el Consejo de Ministros y el primer ministro”, como marca la Constitución.
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