MADRID, 22 (EUROPA PRESS)
Líderes de la oposición política en Francia y representantes de los principales sindicatos han criticado los argumentos expuestos por el presidente, Emmanuel Macron, para defender este miércoles en televisión su polémica reforma de las pensiones, acusándolo de ser “arrogante” y de mentir sobre la supuesta falta de contrapropuestas.
Para el excandidato presidencial Jean-Luc Mélenchon, de La Francia Insumisa (LFI), Macron ha incurrido en “sus habituales marcas de desprecio” hacia quienes no comulgan con sus medidas y ha afirmado que el plan que propone ahora para evitar que las grandes empresas recompren sus acciones gracias a los beneficios extraordinarios ya lo propuso su partido en febrero y los socios del presidente votaron en contra, según BFMTV.
La presidenta del grupo izquierdista en la Asamblea Nacional, Mathilde Panot, ha asegurado en Twitter que Macron vive en una “realidad alternativa”. Es “arrogante, mentiroso e irresponsable”, ha sentenciado.
Por su parte, el primer secretario del Partido Socialista, Olivier Faure, cree que Macron “no comprende a los franceses” y desconoce “la legitimidad de la expresión popular”, en alusión a las movilizaciones que se suceden desde enero y que se han recrudecido en los últimos días.
Macron ha acusado durante su entrevista a los sindicatos de no aceptar ningún tipo de medida de compromiso para acercar posturas, algo que han desmentido desde estas organizaciones, que han defendido por boca de varios líderes que sí han tendido la mano al Gobierno.
“Sólo considera válidas las propuestas alternativas si están de acuerdo con él”, ha esgrimido el secretario general de la Confederación General del Trabajo (CGT), Philippe Martinez, informa Franceinfo.
Una crítica compartida con el líder de la Confederación Francesa Democrática del Trabajo (CFDT), Laurent Berger, quien ha alegado que su sindicato “tiene un proyecto de reforma de las pensiones”. En este sentido, ha acusado en Twitter a Macron de intentar “reescribir la historia” para “ocultar” que no tiene una mayoría suficiente con la que aprobar su “injusta” ley.
La reforma contempla, entre otras medidas, elevar de 62 a 64 años la edad de jubilación y el Gobierno tuvo que recurrir para sacarla adelante a un precepto constitucional que le permite esquivar una votación en la Asamblea Nacional, a costa de someterse este pasado lunes a dos mociones de censura promovidas por distintos grupos opositores.
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