MADRID, 23 (SERVIMEDIA)
Escaladores de Greenpeace se descolgaron esta mañana a más de 25 metros de altura en el edificio de El Corte Inglés en Nuevos Ministerios (Madrid) para desplegar una pancarta que adapta el icónico mensaje de esta compañía (‘Ya es primavera’) a ‘Ya nunca es primavera’.
El objetivo era alertar sobre cómo el cambio climático, provocado por los combustibles fósiles, está modificando el clima, agravando los episodios climáticos extremos y diluyendo las estaciones de transición (primavera y otoño). La acción coincide con el Día Meteorológico Mundial.
Según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), el verano actual abarca cinco semanas más que a comienzos de los años 80 del siglo pasado y 2022 fue el más caluroso de los últimos 107 años, con 4.700 personas fallecidas por olas de calor que sufrió España.
Esta acción se produce la misma semana que el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) ha presentado su primer informe integral en los últimos nueve años, en el que alerta de que la crisis climática es una amenaza para el bienestar humano y la salud del planeta, y que se está cerrando la ventana de oportunidad que la humanidad tiene para asegurarse un futuro habitable y sostenible para todos.
Este panel de expertos ha insistido en que esta década es crucial para actuar, ya que los impactos climáticos continúan intensificándose, más rápido de lo previsto, por lo que sus consecuencias están camino de ser irreversibles si no se cambia el rumbo.
“La realidad del cambio climático, como los informes del IPCC atestiguan, está haciendo desaparecer la primavera tal como la conocíamos. Esta es solo una de las muchas y terribles consecuencias que está trayendo consigo la crisis climática, como las olas de calor infernales en verano o la sequía que estamos sufriendo actualmente”, señaló Pedro Zorrilla, responsable de la campaña de Cambio Climático de Greenpeace.
Zorrilla añadió: “Ese es el motivo por el que hoy, Día Meteorológico Mundial, hemos querido visibilizar una de las crisis más grandes a las que se enfrenta actualmente la humanidad para hacer un llamamiento a actuar antes de que sea tarde. Seguro que todos compartimos el deseo de que la primavera no se convierta definitivamente en un añorado recuerdo”.
TRANSICIÓN JUSTA
Según Greenpeace, la mala noticia es que la crisis climática ya está aquí y se está intensificando y la buena, que existen soluciones para atajarla. “El futuro del planeta pasa por proteger la biodiversidad y diseñar un nuevo sistema energético en el que se reemplacen definitivamente los combustibles sucios (carbón, petróleo, gas y uranio) por energías renovables”, resumió.
Para Greenpeace, resulta “clave” cambiar el modelo socioeconómico, que “no respeta los límites del planeta”, y apostar por la reducción de la demanda, la eficiencia, el ahorro y las soluciones inteligentes que aseguren una transición justa que garantice el acceso a energía renovable y asequible para todas las personas.
“El IPCC ha sido una vez más muy tajante: el tiempo apremia y, para salir de esta, necesitamos mucha más ambición para una reducción drástica y rápida de las emisiones. Además, hacer frente a la crisis climática nos obliga a una radical y urgente transformación económica, social y política del sistema, que pase por la justicia climática -con la reducción de las necesidades energéticas y del consumo-, que apueste por un modelo distinto de alimentación y movilidad, y que avance urgentemente hacia un sistema energético 100% renovable, democrático, social y ambientalmente respetuoso y justo”, declaró Eva Saldaña, directora ejecutiva de Greenpeace.
‘LAVADO VERDE’
Según el IPCC, las mayores contribuciones a la mitigación del cambio climático vendrán de la energía solar y eólica, la protección y restauración de bosques y otros ecosistemas, sistemas alimentarios respetuosos con el clima y la eficiencia energética en sus múltiples formas. Asimismo, asegura que se necesitan cambios rápidos y muy ambiciosos en todos los sectores y a todas las escalas.
Para “recuperar la primavera y evitar un cambio climático con consecuencias devastadoras”, Greenpeace insistió en denunciar el ‘greenwashing’ (‘lavado verde’) de la industria de los combustibles fósiles y reclamar una “acción urgente a quienes lideran la política”.
En España, los objetivos actuales del Gobierno son, a juicio de Greenpeace, “insuficientes” para cumplir con las recomendaciones del IPCC y con el Acuerdo de París, por lo que esta organización deseó que la Justicia responda favorablemente al litigio climático que, junto con otras cuatro organizaciones, interpuso hace más de dos años y que está pendiente de resolverse.
“Tenemos que exigir al Gobierno español que actúe según la ciencia, según las recomendaciones del IPCC. Si no lo hace por voluntad propia, esperamos que la justicia le obligue a ello: que aumente drásticamente su objetivo de reducción de emisiones para 2030 y que lo fije en al menos un 55% menos que las emisiones de 1990, para hacerlo compatible con el Acuerdo de París y así evitar superar el límite de 1,5ºC”, concluyó Zorrilla.
- Te recomendamos -