MADRID, 22 (EUROPA PRESS)
El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) ha dado la bienvenida al diálogo de paz entre el Gobierno de Colombia y los distintos grupos armados, aunque ha alertado en un último informe de que la situación humanitaria empeoró en el país latinoamericano en 2022.
El Comité ha indicado que espera que el proceso de paz entre las partes pueda transformarse en “hechos concretos que alivien el sufrimiento de la población”, ya que los indicadores de las consecuencias de la violencia en el último año indican que los civiles siguen sufriendo “los peores efectos” de los conflictos armados.
“El año pasado fuimos testigos de la dura realidad que tuvieron que vivir las comunidades de varias regiones del país: poblaciones enteras que no pudieron cazar, pescar o sembrar sus cultivos por el aumento de la confrontación armada y la presencia de artefactos explosivos en sus territorios”, ha indicado en un comunicado.
Así, el Comité ha precisado que en 2022 se documentaron 400 presuntas violaciones de Derechos Humanos, entre las que se encuentran la violación sexual, el reclutamiento forzoso, el homicidio, la privación de libertad o tratos crueles e inhumanos, entre otros.
Según el CICR, en 2012 murieron 515 personas por artefactos explosivos lanzados y de detonación controlada, así como por restos y minas. Del total, 54 por ciento son civiles, entre los que hay 43 menores. Dichos datos representan para el Comité una “tendencia” de que el desafío se ha ido recrudeciendo desde 2018.
Además, se registraron 209 casos de desaparición en el marco de conflictos armados y hechos violentos, por lo que se refleja que esta problemática “no es un hecho del pasado”. De la misma forma, el Comité ha precisado que 123.000 personas tuvieron que desplazarse de forma individual en 2022, mientras que esta cifra se incrementa en otras 58.000 personas si se cuentan los desplazamientos masivos.
A estos datos se suman los sanitarios, con 426 agresiones documentadas contra el personal de salud, instalaciones y vehículos sanitarios, siendo “particularmente graves” aquellos ataques en zonas afectadas por conflictos armados.
Según el informe del CICR, las zonas más afectadas humanitariamente son Antioquia, Arauca, Cauca, Chocó, Nariño, Norte de Santander y Valle del Cauca, aunque el recrudecimiento de la violencia también se ha sentido en zonas como Caquetá y Putumayo.
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