BADAJOZ, 21 (EUROPA PRESS)
La Semana Santa de la ciudad de Badajoz, declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional, pondrá este año en la calle, si el tiempo así lo permite, 14 desfiles procesionales, en los que se portarán 27 pasos y que contará con más de 5.000 participantes entre unos 300 o 400 nazarenos de media por desfile y 40 hombres que portan cada paso, acompañados musicalmente por una veintena de bandas.
Entre los estrenos de este año, la Hermandad de San Roque estrenará el mástil del estandarte de la Cofradía y una túnica bordada de Cristo Rey, regalo de la cuadrilla de costaleros de ese paso, como también se ha restaurado la peana del paso de palio de la Virgen de la Palma; mientras que la Hermandad de la Oración en el huerto estrena la túnica morada del Cristo de la Humildad y un nuevo rostrillo de María Santísima de los Dolores y la imagen de Nuestro Padre Jesús del Prendimiento, restaurada por Ricardo Pereira Kantowitz.
La Hermandad de la Espina, que el año pasado no pudo salir por la lluvia y que ya iban a estrenar los faldones del paso del Cristo y los varales, ha unido la restauración de los mástiles de banderas e insignias, así como de varas de dalmática; y, en el caso de la Hermandad del Descendimiento, el paso de la Virgen de la Esperanza es nuevo y el frontal del paso del Cristo ha sido restaurado.
Por su parte, Santo Domingo estrena una candelería nueva en la imagen de María Santísima del Mayor Dolor y una saya regalada por los vestidores de la Virgen; la Hermandad de la Vera Cruz incorpora novedades como el hecho de que Nuestra Señora de la Consolación portará la medalla conmemorativa de la ONU Líbano que le han donado, o el Santo Entierro ha restaurado los ángeles que acompañaban al Cristo en el paso.
La Semana Santa de Badajoz 2023 ha sido presentada en el Arzobispado de Mérida-Badajoz, con la presencia del arzobispo, Celso Morga; el delegado episcopal de Hermandades y Cofradías, Pedro Fernández Amo; el alcalde de Badajoz, Ignacio Gragera, y el presidente de la Agrupación de Hermandades y Cofradías de la ciudad, Cayetano Barriga.
Barriga ha sido el encargado de detallar en su intervención los pormenores relativos a las procesiones, en una Semana Santa que se celebra del 2 al 9 de abril, aunque el 1 de abril procesionará la imagen del Dulce Nombre de María por su barrio, el Cerro de Reyes, que celebra el viernes 7 una pasión viviente.
Asimismo, ha destacado que la carrera oficial permitirá la colocación de más de 800 sillas, así como que se hará estación de penitencia en la Catedral, enmarcado en una semana “fundamental” para el cristianismo, que celebra la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo, además de ser una semana “profundamente enraizada” en Badajoz y que forma parte de su historia, a la vez que ha reconocido que este año creen que será “por fin” una Semana Santa “normal, como las de antes”.
Del mismo modo, ha recordado que los fisioterapeutas volverán a colaborar para ayudar a los costaleros que “realmente están muy castigados con los pasos”.
CATEQUESIS VIVIENTE
Por su parte, Pedro Fernández Amo ha señalado que, con este acto, dan el “pistoletazo de salida” para la celebración de la “semana mayor” para los cristianos y que incluye, para el próximo sábado 25, el pregón que ofrecerá el psicólogo, docente y encargado de Pastoral del colegio Marista Nuestra Señora del Carmen, además de hermano de la Cofradía de San Roque, José Antonio Rosa Lemus en el Teatro López de Ayala.
Como delegado episcopal para las hermandades y cofradías, ha agradecido el esfuerzo que estas asociaciones de fieles hacen cada año para poner en las calles de la ciudad esas “catequesis vivientes”. También ha querido dar las gracias a las parroquias del centro de la ciudad y la Catedral por su esfuerzo en aras de prestar el servicio religioso de esos días de manera que pueda favorecer la asistencia de los fieles y cofrades a las procesiones, y también a los actos de culto que las motivan.
Por su parte, Ignacio Gragera ha mostrado su deseo de que este año “ya sí sea por fin y definitivamente” la Semana Santa de la “normalidad”; y ha compartido con Cayetano Barriga que esta celebración “está enraizada en lo más profundo del ser de la ciudad de Badajoz”.
Una Semana Santa, ha continuado, que para la ciudad supone una relación histórica con su pasado, su presente y su futuro, con sus raíces cristianas y católicas y también con las raíces culturales como ciudad, así como con su forma de ser y su identidad “más profunda”, por lo que están “convencidos” de que este 2023 “ya sí con una normalidad normal” la gente responderá en la calle y también participando activamente a través de las hermandades y cofradías.
En relación a las obras en el Casco Antiguo y si podrían influir en el recorrido de los desfiles procesionales, ha remarcado que, antes del iniciarlas, la Agrupación de Hermandades junto con la concejala de Cultura, Paloma Morcillo, y la delegación de Vías y Obras estuvieron viendo y visitando las zonas y haciendo los itinerarios, especialmente aquellos por los que pasan procesiones o son zonas de paso de algunas sedes por ejemplo de hermandades, a tenor de lo cual ha subrayado que la idea “era obviamente no entorpecer en ningún caso la Semana Santa”.
Así, ha remachado los itinerarios están “absolutamente respetados”, con lo que no se va a producir “en principio ningún tipo de inconveniente en el desarrollo normal de las obras” y entre otras cosas porque en aquellos sitios en los que se va a actuar que sí pasan los pasos de Semana Santa no se acometerá hasta que esta finalice.
Por último, Celso Morga ha dado las gracias al ayuntamiento y a las cofradías y hermandades por el esfuerzo que supone sacar adelante todas las procesiones y los pasos, lo cual supone “mucho empeño” y “mucha dedicación” y, en el fondo, “mucho cariño” al Señor en su pasión, muerte y resurrección, como también ha agradecido a los cofrades y costaleros.
Como arzobispo, va a acompañar las procesiones con su oración por la ciudad de Badajoz, tras lo que ha planteado que hay que “armonizar” el hecho de que la Semana Santa presenta dos vertientes, la parte de la piedad popular con las procesiones y por otra la liturgia de la Iglesia que recuerda y actualiza esos misterios, por lo que ambos en lugar de ser paralelos deben “armonizarse” en aras de que las procesiones no pierdan “lo que les da vida” y “el sentido de todo esto”.
A este respecto, ha avanzado que “quizás” sea su última Semana Santa como arzobispo, aunque lo desconoce, y que intentará vivirla con todo su “empeño” y “fervor”. En este sentido y sobre su posible relevo, ha explicado que no le han comunicado nada y que depende del Santo Padre, así como que él lo piensa así y que está “muy contento y muy feliz”, por lo que “ojalá pudiera vivir varias más”. “No sé, estamos en las manos de Dios, que son buenas manos”, ha concluido.
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