MADRID, 21 (EUROPA PRESS)
El juez de la Audiencia Nacional Joaquín Gadea ha tomado este martes declaración a doce personas, entre testigos presenciales y policías, por el ataque perpetrado por el presunto yihadista Yassine Kanjaa en Algeciras, y que desembocó en el asesinato de un sacristán. Fuentes jurídicas aseguran a Europa Press que todos los testigos han corroborado su declaración inicial ante la policía.
Estas mismas fuentes apuntan que las declaraciones programadas han sido extensas y que no ha faltado ninguno de los citados. Además, añaden que no sólo se han ratificado en lo depuesto inicialmente sino que han aportado precisiones.
En concreto, este martes han declarado por videoconferencia ante Gadea y el fiscal del caso –la investigación sigue bajo secreto– ochos testigos presenciales, un policía que también fue testigo, los dos policías locales que practicaron la detención de Kanjaa y otro agente testigo de las circunstancias que rodean a esa detención.
Según recogía el relato de hechos plasmado en el auto por el que el juez acordaba la entrada y registro en la casa del presunto yihadista, Yassine Kanjaa, en torno a las 18.30 horas del 25 de enero “accedió al interior de la Iglesia de San Isidro” en Algeciras (Cádiz) e inició una discusión con los allí presentes, “manifestando a los feligreses de forma vehemente que la única religión que hay que seguir es la religión islámica”.
Tras esto, recoge el auto que se hace eco del informe de la Policía, abandonó el lugar “profiriendo mensajes en árabe cuyo contenido se desconocen”, pero regresó de nuevo a las 19.40 horas. “Desde el interior de la iglesia los allí presentes escuchan como alguien ubicado en el exterior de la iglesia profiere gritos en árabe”, se indica, para añadir que, una vez finaliza la misa, el sacerdote encargado de la misma baja del púlpito para comprobar lo que estaba ocurriendo, “instante en el que el investigado portando en su mano un machete de grandes dimensiones y de forma súbita agrede al sacerdote causándole lesiones de gran gravedad”.
Según apunta, Yassine Kanjaa también intentó atacar a un testigo allí presente y tras eso huyó de la iglesia y se dirigió a otro centro de culto católico llamado Virgen La Palma ubicado a unos 200 metros. “En ese lugar se encuentra con el sacristán de esta iglesia, que estaba abandonando el lugar por una puerta trasera (…), Kanjaa inicia varias acometidas sobre el mismo, causándole unas primeras lesiones”, apunta.
El relato de los hechos realizado por la Policía indica entonces que el sacristán intentó huir dirigiéndose a la plaza Alta, pero cuando llegó al centro de la misma “es alcanzado por el atacante quien una vez que le tiene en el suelo, sujeta la catana con ambas manos y alzando la mirada al cielo y gritando unas palabras en árabe entre las que se escucha la palabra ‘allah’ le asesta una última estocada mortal”.
Tras esto, matiza ese auto, finalizado ese hecho “de forma muy tranquila se dirige a la conocida como Ermita Europa ubicada en esa misma plaza e intenta acceder al interior de la misma, si bien en ese instante y sin prestar resistencia es detenido por la Policía Local de la Ciudad de Algeciras”.
El atestado policial recogió además que una vez detenido fue trasladado a un centro médico de Algeciras para recibir asistencia facultativa. Allí, en reiteradas ocasiones, profirió gritos de ‘Allahu Akbar’.
LAS DECLARACIONES DEL VIERNES
Antes de estas comparecencias, el pasado viernes el juez tomó declaración a uno de los compañeros de piso de Kanjaa y a su hermano. El primero confirmó que el presunto atacante cambió de hábitos de manera radical y que escuchaba de manera asidua el Corán a través de audios desde su teléfono móvil.
Fuentes jurídicas confirmaron a Europa Press que en su declaración como testigo el compañero de piso ratificó su declaración anterior en comisaría. En la misma explicó que Kanjaa pasó de beber alcohol y fumar hachís a variar sus costumbres repentinamente, según plasmó el instructor en una de sus resoluciones.
Para este viernes Gadea tiene programada la declaración del sacerdote salesiano Antonio Rodríguez Lucena y del otro hombre que fueron atacados presuntamente por Kanjaa en la primera de las iglesias a la que se acercó.
EN PRISIÓN PROVISIONAL
El juez Gadea decretó el pasado 30 de enero, tras escuchar al presunto yihadista en sede judicial, prisión provisional sin fianza, y le atribuyó los delitos de asesinato y lesiones con fines terroristas que, advirtió, podrían conllevar la prisión permanente revisable.
En su resolución el juez indicaba que la actividad desarrollada por Yassine Kanjaa se podía calificar como un ataque yihadista dirigido tanto contra sacerdotes que profesan la fe de la Iglesia Católica como contra musulmanes que para el investigado no siguen los preceptos del Corán.
El instructor hacía constar en su auto que en las dos declaraciones que ha prestado ante la policía y en el juzgado, salvo algunas contradicciones sobre elementos periféricos del relato, era capaz de reproducir en esencia los aspectos más importantes de su acción.
Relataba que la conducta del investigado fue consciente y que tenía definidos sus objetivos, teniendo la opción de causar unos daños mayores, focalizó su acción concretamente sobre los sujetos a quienes atacó, a los que eligió de forma deliberada.
Y explicaba que la primera de las acciones fue contra los sacerdotes, reconociendo que su intención era matar a todos los sacerdotes que se encontraban en la iglesia. En segundo lugar, indicaba el magistrado, centró su ataque contra un marroquí al que consideraba infiel, al creer que estaba ante un marroquí converso.
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