MADRID, 17 (SERVIMEDIA)
En torno al 66% de los casos de depresión de los trabajadores en España podrían evitarse si no sufrieran precariedad laboral, circunstancia que afecta de manera más intensa a las mujeres, a los jóvenes, a los empleados de más edad y a las personas con discapacidad.
Estas son algunas de las conclusiones del ‘Informe Precariedad laboral y salud mental: conocimientos y políticas’, encargado por el Ministerio de Trabajo y Economía Social a una comisión de expertos en el marco de un acuerdo parlamentario con Más País y que fue presentado este viernes e una rueda de prensa en la que participaron la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, el portavoz de Más País, Íñigo Errejón, y miembros del grupo de especialistas.
La psiquiatra Belén González detalló que, con datos de 2020 recogidos en el estudio, de los 511.000 casos de depresión que padecieron personas trabajadoras, se podrían haber evitado 170.000 “si no estuvieran en condiciones de precariedad laboral”. A su juicio, los condicionantes sociales como la precariedad “condicionan en buena medida” los casos que se encuentran en las consultas de salud mental y son solo “la punta del iceberg del sufrimiento psíquico”, aunque avisó de que estas circunstancias son “modificables” mediante las políticas públicas.
Sobre los colectivos más afectados, la profesora titular del Derecho del Trabajo (Universidad Carlos III de Madrid) Gema Quintero explicó que destacan especialmente las mujeres, los jóvenes, los trabajadores sénior y las personas con discapacidad, especialmente cuando es sobrevenida.
Mientras, el coordinador de la comisión de expertos, Joan Benach, lamentó que, con “los pocos datos disponibles”, se estima que en torno a la mitad de la población activa sufre precariedad laboral de alguna manera (en torno a 12 millones de personas).
“A peor situación de empleo, peor es también la salud”, alertó este experto, que indicó que la “peor situación” se da en las mujeres, los migrantes, las obreras y obreros y “en colectivos olvidados” como los autónomos, sector cultural, personas trans o personas con discapacidad.
Para afrontar esta situación, exigió eliminar la “precariedad” del propio sistema sanitario y que la salud mental y dar “seguridad” a la ciudadanía sea una “prioridad” de los poderes públicos.
MÁS ALLÁ DE ESTE GOBIERNO
En el acto, Yolanda Díaz aseguró que “la voluntad del Gobierno es cumplir con las recomendaciones que este informe expide” y explicó que “hay tarea importante por hacer” porque “es de tal envergadura la desigualdad” que “requiere de un pacto en nuestro país” y esto debe afrontarse con “el compromiso de este Ministerio” y del Parlamento.
No obstante, resaltó que son temas que “van más allá de este Gobierno”, porque “la legislatura se está terminando”. Y es que, según advirtió, “no hay terapia que cure o repare no llegar a final de mes” o que sane a una trabajadora precaria del sistema de la dependencia que “se está deslomando”.
Entre las recomendaciones del estudio, Díaz destacó la importancia de mejorar la medición de los casos de problemas de salud mental derivadas del mercado laboral y así, “desde el conocimiento, poder reparar estos daños”. Además, subrayó que este país “necesita una reforma empresarial” y proclamó que “ha llegado la hora”, con el fin de cambiar los mecanismos de organización empresarial.
Al hilo, la vicepresidenta segunda señaló que las jornadas largas y presencialistas empeoran la productividad y apostó por reforzar la “democracia en el trabajo”, porque “ha llegado la hora” de ello.
“Esto va de la salud de un país; va en serio y no nos lo podemos permitir”, previno Díaz, que calificó de “”demoledores” los datos de este estudio, que reflejan elevados consumos de fármacos, “vidas demediadas, sociedades cansadas, hastiadas y abatidas, y “nuestro país no es esto”.
REDUCCIÓN DE LA JORNADA
Por su parte, Errejón calificó de “logro” que ya los partidos que usaban la salud mental como arma política hayan dejado de hacerlo y se tomen este asunto “en serio” y puso en valor que el informe pone números y nombres a “dolores que nos atraviesan a todos”.
En su opinión, cuando se dice que “un tema no debe ser politizado” lo que subyace detrás es un mensaje de que “lo sufras en silencio”. También criticó que durante un tiempo fuera tendencia en algunos sectores de la izquierda decir que “no necesitas un psicólogo, sino un sindicato”, aclarando que “a lo mejor es que se necesitan los dos”.
Igualmente, abogó por reducir los tiempos de trabajo para tener “tiempo de vida” y para “que te cuiden y para cuidar”, así como para “poder ser libres” y dedicar tiempo a cuestiones que uno decida, como participar en política.
“Desde hace tiempo venimos reivindicando que por razones ecológicas, económicas y sociales es fundamental avanzar en una reducción de la jornada laboral, que debe ir acompañada de un avance en el derecho de la negociación colectiva para que el lugar de trabajo no sea un lugar de miedo, sino de derechos”, resolvió Errejón.
Asimismo, arrancó su intervención recordando que este viernes se cumplen dos años desde que un diputado del PP hizo “mofa” de la salud mental pidiéndole que se fuera al médico cuando abordó esta cuestión en la Cámara Baja.
Aprovechó también su intervención para exhibir su sintonía con Yolanda Díaz, asegurando que este Ministerio “cumple” y “da gusto” trabajar con él, a diferencia de otros departamentos gubernamentales.
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