MADRID, 17 (EUROPA PRESS)
Hunter Biden, hijo del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha denunciado al dueño de una tienda de reparación de ordenadores, en la que dejó abandonado su portátil, por un presunto delito de violación de su intimidad, después de que el contenido del dispositivo se filtrara a aliados del expresidente Donald Trump.
Según la acusación, John Paul Mac Isaac entregó información que contenía el disco duro de aquel ordenador a los “enemigos políticos” de Joe Biden para ayudar durante la campaña electoral de 2020 a un Trump, que en varias ocasiones hizo referencia a los supuestos escándalos del ahora jefe de la Casa Blanca.
“Mac Isaac tenía la intención y sabía, o claramente debería haber sabido, que las personas a las que proporcionó los datos que creía que pertenecían al señor Biden los usarían contra el entonces candidato Joe Biden y para ayudar al entonces presidente Trump”, ha explicado el equipo legal de Hunter.
La demanda es una respuesta a otra presentada en enero por el propio Mac Isaac contra Hunter, el excongresista Adam Schiff y varios medios de comunicación como CNN y ‘Politico’, a quienes denunciaban por acusarle de formar parte de una trama rusa para socavar la democracia y las elecciones presidenciales en Estados Unidos.
El contenido del dispositivo, que Trump calificó como “el ordenador portátil del infierno”, ha generado diversas dudas no solo sobre las finanzas de Hunter Biden, objeto de varias investigaciones de la Fiscalía de Delaware desde 2018, sino también sobre supuestas conductas disolutas, con escándalos sexuales y consumo de drogas incluidos, del hijo del presidente, del que se han hecho eco varios medios.
Entre quienes tuvieron acceso a ese material antes de que se publicara, está el que fuera abogado personal de Trump, Rudy Giuliani, y algunos de sus asesores más cercanos, como Steve Bannon, tal y como ellos mismos reconocieron.
Biden nunca ha reconocido ser el dueño de ese portátil –según la versión de Mac Isaac lo dejó “abandonado” en 2019 en la tienda que regentaba en Wilmington, Delaware–, aunque su equipo legal sí ha admitido que parte de la información con la que se mercadeó sería suya, sin precisar cuál.
“Esto no supone admitir por parte del señor Biden que Mac Isaac poseyera algún portátil que contuviera datos almacenados que pertenecieran al señor Biden. Más bien, reconoce que en algún momento, Mac Isaac obtuvo datos almacenados, algunos de los cuales pertenecían al señor Biden”, argumentan sus abogados.
En ese sentido, han subrayado que independientemente de cómo Isaac y otras personas obtuvieron ese material, el hecho es que se accedió a ellos de manera indebida, siendo además copiados y compartidos sin su autorización.
Aquellas historias y rumores sobre el supuesto contenido del portátil de Hunter fueron algunas de las bazas utilizadas por Trump durante la campaña electoral, e incluso en los debates televisivos, para atacar a Joe Biden, a quien le recordaba con insistencia todo lo relacionado con esta cuestión.
Este tira y afloja legal entre Hunter Biden y Mac Isaac se produce mientras una comisión de la Cámara de Representantes –bajo control republicano– investiga los negocios internacionales del hijo y otros familiares del presidente estadounidense.
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