MADRID, 17 (EUROPA PRESS)
El interés por la ciencia y la tecnología ha ido aumentando con el paso de los años en España, ya que en 2004 el 6,6% de los españoles mostraba espontáneamente su interés en temas de ciencia y tecnología, mientras que en 2020 lo hace un 16%.
Así lo refleja la ‘Encuesta de Percepción Social sobre la Ciencia y la Tecnología en España desde el año 2002’, elaborado por la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT), que ha analizado la evolución de los datos que arrojan los últimos 20 años de encuestas.
Esta encuesta pretende analizar y profundizar en las actitudes y comportamientos que una muestra representativa de la población española tiene hacia la ciencia y la investigación. A lo largo de las diez encuestas que se han realizado entre 2002 y 2020 se han mantenido ciertas preguntas con el objetivo de poder trazar tendencias en torno a seis grandes cuestiones: interés por los temas relacionados con la ciencia; consumo de información científica; percepción sobre la profesión científica; ciencia y sociedad; apoyo institucional a la ciencia; y hábitos relacionados con la ciencia.
Dentro del ámbito científico, ‘medicina y salud’ acapara el mayor interés, con una evolución de su interés desde el 24,2% en 2004 hasta el 37,8% en 2018; y alcanzando especial relevancia en 2020 con motivo de la Covid-19.
Paralelamente al creciente interés por la ciencia también lo hace la participación de la población española en actividades de divulgación como las visitas a museos de ciencia (el 10,6% visitó al menos una vez un museo de ciencia en 2002 y un 15.6% lo hizo en 2020).
NECESIDAD DE REALIZAR UNA COMUNICACIÓN CIENTÍFICA MÁS EFICAZ
Aunque el interés por la cultura científica ha ido en aumento, el informe de evolución concluye la necesidad de realizar una comunicación científica “más inclusiva y eficaz” para acabar con brechas de sexo, edad y nivel de estudios, así como para cerrar la brecha existente entre el creciente interés y la sensación de estar correctamente informados sobre temas de ciencia y tecnología.
El informe también apunta que la forma de comunicar y consumir la información científica “ha cambiado por completo”, ya que si bien en 2004 solo un 15,1% de los encuestados utilizaba Internet para informarse sobre ciencia, en 2020 se erige como el principal medio para informarse en un porcentaje superior al 40%.
Por el contrario, la prensa escrita ha sufrido un “notable descenso” (13,9% a 3,8%) y la televisión se ha mantenido más o menos estable durante el periodo analizado como uno de los medios más utilizados para informarse. De entre los medios para informarse que usan internet, las redes sociales, plataformas de vídeo y medios digitales generalistas son los preferidos de los encuestados y los blogs y foros y Wikipedia son cada vez menos utilizados en los últimos años.
El personal científico es valorado “muy positivamente” por los españoles en los últimos 20 años, superando siempre puntuaciones cercanas al 4 en una escala de 1 a 5. La profesión científica tan solo es superada por el personal sanitario, que alcanzó su máximo reconocimiento durante la pandemia en 2020 (4,74 puntos).
La encuesta de 2020 también confirma las tendencias que se venían observando desde el año 2010 en que la carrera investigadora no está “bien remunerada” (40,4% a 21,6%), tiene menos “reconocimiento social” (45,1% a 26,6%) y es cada vez menos “atractiva para los jóvenes” (53,4% a 44%).
Desde la encuesta realizada en 2008, más de la mitad de la población considera que los beneficios de la ciencia y la tecnología superan “ampliamente” a sus perjuicios (53,4% en 2020), y menos del 10% opina lo contrario (9.6% en 2020). Además, en los últimos años la población reclama más insistentemente que “los conocimientos científicos son la mejor base para elaborar leyes y regulaciones”, así como se incrementa el porcentaje de personas que cree que la “ciudadanía debería tener un papel más importante en la toma de decisiones sobre ciencia y tecnología”, alcanzo su mayor pico (56%) en el año 2018.
De la misma forma que la ciudadanía pide mayor capacidad de participación en la Ciencia, la sociedad también reclama a los decisores públicos (tanto Gobierno central, autonómica y local) una mayor inversión en ciencia y tecnología. Este nivel de acuerdo crece exponencialmente desde el 2010, desde porcentajes cercanos al 50%, hasta alcanzar porcentajes entre el 70% y 83% en 2020.
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