MADRID, 15 (SERVIMEDIA)
La extensión del hielo marino del Ártico ha alcanzado probablemente su extensión máxima de este año con 14,62 millones de kilómetros cuadrados, lo que supone la quinta cifra más baja en el registro satelital histórico, que comienza en 1979.
Así se desprende de datos dados a conocer este miércoles por el Centro Nacional de Datos de Hielo y Nieve (Nsidc, en sus siglas en inglés), que pertenece a la Universidad de Colorado en Boulder (Estados Unidos) y ofrece este tipo de información con el apoyo parcial del Instituto Goddard de Estudios Espaciales de la NASA.
La capa de hielo marino del Ártico llegó el pasado 6 marzo al máximo anual con 14,62 millones de kilómetros cuadrados.
Ese día se inició la temporada de fusión en el Ártico, con lo que la extensión helada en esa parte de planeta comenzó poco a poco a disminuir. No obstante, los datos del Nsidc son preliminares y esta institución dará a conocer a comienzos de abril un análisis detallado de las condiciones de hielo marino en la temporada ártica de invierno.
La capa de hielo marino que cubre el océano Ártico y los mares circundantes se espesa y se expande cada año durante el otoño y el invierno, y alcanza su máxima extensión anual en algún momento entre finales de febrero y principios de abril.
El hielo se adelgaza y se encoge durante la primavera y el verano hasta que alcanza su extensión mínima anual en septiembre. El hielo marino del Ártico ha ido disminuyendo tanto durante las temporadas de crecimiento como de fusión en las últimas décadas, según la NASA.
El declive de la cubierta de hielo marino del Ártico tiene innumerables efectos, desde los cambios en el clima y los patrones climáticos hasta los impactos en las plantas y los animales dependientes del hielo, y en las comunidades humanas indígenas que dependen de estas especies. La desaparición del hielo también altera las rutas de navegación, aumenta la erosión costera y afecta a la circulación oceánica.
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