MÁLAGA, 15 (EUROPA PRESS)
Las psicólogas clínicas de la Unidad de Salud Mental del Hospital Regional Universitario de Málaga atienden cada año a un millar de pacientes –500 ingresados y 500 en consulta– que precisan de cobertura emocional y psicológica. Se trata de tres facultativas que asisten a personas de todas las edades y durante todas las fases de su enfermedad.
Además, forman parte de Equipos Multidisciplinares en la Atención integral a determinadas patologías y apoyan a los familiares si lo precisan.
Esta intervención especializada aborda específicamente el sufrimiento que supone el diagnóstico, la progresión y el final de la vida, mejora la adherencia terapéutica, facilita la comprensión de los factores emocionales, conductuales y relacionales por parte del resto de profesionales y contribuye a una atención sanitaria integral y más humanizada.
Este programa funciona desde hace tres décadas dentro del de interconsulta y de Salud Mental de enlace, tanto de adultos, con un programa adherido a la Unidad de Hospitalización de Salud Mental y desarrollado por dos facultativas, como de población pediátrica dentro del programa perteneciente a la Unidad de Salud Mental InfantoJuvenil, con una facultativa que atiende al paciente ingresado y su familia en el Hospital Materno Infantil.
Además de esto, en la intervención psicológica al adulto, desde 1996 forman parte del Programa de Trasplantes y de la Unidad de Personas Transexuales. También forma parte de la terapia de grupo en el Programa de Rehabilitación Cardiaca y de los pacientes Oncohematológicos, con Diabetes, Fibrosis Quística y con Esclerosis Lateral Amiotrofia (ELA), ha indicado la Junta en un comunicado.
En la atención al paciente pediátrico y su sistema familiar, la intervención psicológica se realiza durante el ingreso y de manera ambulatoria a pacientes con procesos oncológicos, crónicos/complejos y paliativos, en hemodiálisis y desde el año 2022 con Fibrosis Quística, favoreciendo la continuidad asistencial en su traslado a la Unidad de adultos.
Así, independientemente de la atención a pacientes, también participan en diversas actividades formativas sobre habilidades de comunicación, manejo de situaciones conflictivas y pacientes difíciles, relación de ayuda, abordaje de procesos de duelo, etcétera, y participan en distintas Comisiones Hospitalarias.
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