MADRID, 15 (EUROPA PRESS)
El Gobierno de Ecuador ha declarado este martes ‘persona non grata’ al embajador de Argentina en Quito, Gabriel Fuks, después de la fuga de la exministra ecuatoriana María de los Ángeles Duarte, que se encontraba en la legación diplomática bajo asilo después de ser condenada por corrupción.
Así lo ha confirmado en un comunicado el Ministerio de Exteriores de Ecuador, detallando que si bien no se han roto las relaciones con Argentina, la medida es necesaria porque “no se puede recuperar la confianza” en Fuks.
“En relación a las circunstancias que rodean el nuevo desacato adecisiones de la Justicia ecuatoriana por parte de la señora MariaDuarte, sentenciada por la comisión de actos de corrupción, el Ministerio de Exteriores del Ecuador ha concluido que se han violado la confianza mutua y la buena fe que deben imperar en la relación entre los Estados”, se lee en la misiva del Ejecutivo ecuatoriano.
La diplomacia de Ecuador ha amparado su decisión en elarticulo 9 de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticasde 1961, y ha reiterado su “firme compromiso” en actuar “conforme los principios del Derecho Internacional”.
Un día antes, el Gobierno de Ecuador comunicó que la exministra de Transportes del Gobierno de Rafael Correa (2007-2017) había huido de la Embajada de Argentina en Quito, donde se encontraba bajo asilo tras ser condenada por corrupción.
La madrugada de este martes, el ministro de Exteriores argentino, Santiago Cafiero, comunicó a su homólogo ecuatoriano, Juan Carlos Holguín, que Duarte se había escapado de la Embajada argentina en Quito, la capital de Ecuador, “sin conocimiento del personal”, según informaciones del diario ‘El Comercio’.
Por su parte, la Policía de Ecuador ha activado los protocolos de búsqueda y captura de la exministra condenada, según reza un comunicado del Ministerio. Duarte, que se desempeñó como ministra de Inclusión Económica y Social (2009-2010), Transporte y Obras Públicas (2010-2013) y Desarrollo Urbano y Vivienda (2015-2017) durante el mandato del expresidente Rafael Correa, fue condenada a ocho años de prisión por el delito de cohecho en el marco del caso ‘Sobornos 2012-2016’.
La Fiscalía ha asegurado que, como ministra de Transporte, formó parte de una estructura de corrupción que recaudó dinero a cambio de contratos estatales. Tras conocerse la sentencia en su contra, la propia Duarte declaró que estaba siendo “perseguida”.
Poco después de su huida, Duarte ha matizado en un comunicado difundido a través de redes sociales que el Gobierno ecuatoriano la había convertido en un “rehén” y que, por lo tanto, decidió abandonar la Embajada. “Tuve que salir bajo riesgo, pero ejercí el derecho que me asistía”, ha sostenido.
Así, ha agradecido a Argentina el “cobijo” otorgado ante la “persecución de los gobiernos de Lenín Moreno y Guillermo Lasso. “Decidí dejar la Embajada porque al negarme el salvoconducto que me correspondía como asilada política, de acuerdo con la convención de Caracas de 1954, e impedir mi salida segura, el Gobierno ecuatoriano me convirtió en su rehén política”, ha explicado antes de citar a Martin Luther King: “La injusticia, en cualquier parte, es una amenaza a la justicia en todas partes”.
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