El grupo arranca este sábado en València la gira ‘Panya’ y después “pararán” para sacar nuevo disco: “Quedan años de escuchar a Zoo”
VALÈNCIA, 11 (EUROPA PRESS)
“No me quiero comprar un avión, no tengo ninguna idea loca; solo quiero seguir viviendo de la música e intentar al máximo evitar tener que echar el currículum en un supermercado para trabajar”, asegura el cantante del grupo valenciano Zoo, Toni Sánchez, –más conocido como Panxo–, cuando reflexiona sobre su “sueño por cumplir”. “Zoo es la banda de mi vida, la banda que soñaba, (…) el proyecto que me ha dado la felicidad y me ha alegrado la vida”, sostiene.
“Quiero disfrutar un poco más de la banda, porque durante los primeros años no lo disfruté mucho, y que eso me permita también disfrutar de mi vida personal: estar en mi casa, mi pueblo, y salir con la bici o beberme unas cervezas”, resalta, al tiempo que puntualiza que tiene una vida “muy normal”.
Como integrante del grupo, aspira a “mantenerse como ahora y, sobre todo, a seguir disfrutando de hacer canciones”. “Que hagamos el próximo disco y lo disfrutemos, porque llevamos dos años que estamos disfrutando mucho”, afirma, y recuerda aquellos primeros años –“hace seis”– “más sufridos, con mucha ambición, mucha ansiedad y mucha explotación”. “Lo que yo le desearía a cualquier banda es que pueda llegar a un momento de disfrutar así de la música”, expresa.
Panxo atiende a Europa Press TV al acabar el ensayo previo al concierto que ofrecerá el grupo este sábado en el Paseo de la Alameda, un recinto en el que se esperan más de 15.000 personas y que vuelve a retomar su actividad dentro del marco de los conciertos de Fallas organizados por el Ayuntamiento de València. “Lo hemos preparado a conciencia y con mucho cariño”, promete.
“Tocar en València siempre es muy bonito, y para nosotros significa volver a casa y hacer un concierto para nuestra gente”, apunta. Entre el público, se encontrarán “un montón” de amigos y familia, lo que convierte a este concierto en “una fecha un poco especial”, que, además, representa el “punto de partida” de las Fallas 2023.
Precisamente, el concierto de esta noche marca también el inicio de la nueva gira del grupo de Gandia, ‘Panya’, en la que actuarán en escenarios de Extremadura, Asturias, Aragón, Madrid, Galicia, Andalucía y Castilla-La Mancha, entre otros. “Sabíamos que queríamos hacer una gira muy repartida. No queríamos hacer muchos conciertos en Catalunya porque venimos de hacer muchos en los últimos dos años, y tampoco queríamos hacer demasiados conciertos en el País Valencia”, señala.
En este sentido, recalca que pretendían “proyectar hacia fuera y dosificar hacia dentro”. “Llevamos unos años que vamos intentando repartir un poco más las fechas, tocar menos por aquí cerca, por eso de no cansar o no aburrir”, dice.
Respecto al final de esta gira, subraya que, aunque “ahora mismo” la última fecha confirmada es en octubre en el Festardor (Port de Sagunt), “aún no está claro donde acaba, porque hay una fecha en noviembre que todavía no está cerrada del todo y no se puede anunciar”. “No teníamos ninguna idea de que acabara aquí o empezara allá; ha salido como ha salido”, añade.
“PARAR” PARA SACAR NUEVO DISCO
Tras la gira, Panxo apunta que el objetivo a “medio plazo” es “parar” para hacer un disco nuevo. “No sé si será a medio-largo plazo o a medio-largo-largo plazo, porque no tenemos ninguna prisa”, declara, a la vez que resalta que la banda quiere componer “sin una fecha marcada”. “Llevamos ya tres discos, dos EP, muchos años sin parar, y necesitamos parar y pensar para hacer lo que nos apetezca más”, manifiesta.
No obstante, disipa cualquier duda sobre el futuro de Zoo y, al preguntarle si quedan “muchos años” de escuchar a los valencianos sobre los escenarios, responde: “Yo creo que sí. Yo creo que sí”.
WIZINK Y PALAU SANT JORDI: “UNA RECOMPENSA MUY GRANDE”
Tres meses después de actuar en el Wizink Center de Madrid y llenar el Palau Sant Jordi de Barcelona, Panxo hace balance del final de la gira anterior y asevera que estos conciertos fueron “una recompensa muy grande a un trabajo muy bien hecho, de muchos años de conducir el grupo, llevarlo con mucho cariño y cuidar todos los procesos”.
“Yo he venido diciendo últimamente, después de esos dos conciertos, que tengo la sensación de que como grupo hemos tocado un poco techo y parece que lo digo en tono derrotista. Pero es que en realidad lo creo. Ojalá toquemos en el Madison Square Garden, pero, sinceramente, ahora lo veo así”, remarca.
En esta línea, considera que esas actuaciones fueron “una felicidad total” y “un regalo para el grupo”: “Nos ha pillado en un momento muy bonito de la banda, donde ya llevamos unos cuantos años y ya hemos ido asentado algunas dinámicas de trabajo que se han traducido en esto”.
Para Panxo, esta “recompensa” es el resultado de “muchos años de ir a tocar a Madrid, intentar salir un poco del dominio lingüístico y atreverse a tocar en festivales de Andalucía o Galicia, aunque fuera por muy poco dinero”. “Es intentar invertir en esa idea de demostrar que con nuestra lengua –el valenciano– se puede salir y que hay mucha gente fuera de nuestro dominio lingüístico que está mucho más receptiva y abierta a aprender de lo que a veces parece o de la idea que nos hacemos viento a la mayor parte de nuestra clase política”, critica.
“PROBLEMA POLÍTICO CON LAS LENGUAS”
“Aquí (en España) tenemos un problema político con el tema de las lenguas”, continúa, y asegura que como grupo que canta en valenciano “nunca” se han planteado “si valía la pena hacerlo o cuántas dificultades había para canalizar la propuesta de Zoo”. “Decidimos hacerlo así, es un tema de convicción y vamos ‘palante’ sin más”, reivindica.
En cuanto al panorama actual de la música en valenciano, se muestra “bastante optimista o positivo”: “Por lo menos en cuanto a la variedad de estilos creo que se ha avanzado bastante; y también a industria o el circuito se han profesionalizado más, hay más bandas pudiendo vivir un poco más de sus conciertos”.
Sin embargo, señala que también “hay cosas que mejorar”. En este punto, menciona la “presencia de mujeres en los escenarios” como “una de las grandes asignaturas pendientes”, al tiempo que insta a “revisar algunas de las dinámicas que forma parte de la industria, sobre todo en el marco del sistema capitalista, que quizás son un poco abusivas en cuanto a discográficas u oficinas de management”. “Poco a poco”, finaliza.
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