El país se encuentra sumido en un vacío presidencial tras el fin del mandato de Aoun el 31 de octubre de 2022
MADRID, 7 (EUROPA PRESS)
El líder del partido-milicia chií libanés Hezbolá, Hasán Nasralá, ha expresado su respaldo a la candidatura de Suleiman Franyie a la Presidencia del país, en medio de la crisis política en Líbano, ahondada por la incapacidad de los grupos parlamentarios para pactar el nombramiento de un presidente tras el fin del mandato de Michel Aoun el 31 de octubre de 2022.
Nasralá ha expresado así por primera vez su apoyo abierto a Franyie, un cristiano maronita aliado de Hezbolá, si bien el político no cuenta con el respaldo de ninguno de los principales bloques cristianos en el Parlamento por sus lazos con el partido-milicia y su amistad con el presidente sirio, Bashar al Assad.
Así, el líder de Hezbolá ha recalcado que el grupo apoya al jefe del Movimiento Marada debido a que “cumple todos los criterios necesarios”, antes de incidir en que el partido-milicia “rechaza el vacío presidencial” e insiste en la necesidad de que el Parlamento se reúna para elegir al nuevo presidente.
“Nuestra firme voluntad y el interés nacional imponen la elección de un nuevo presidente”, ha apuntado, al tiempo que ha abogado por un diálogo para pactar un candidato de consenso, según ha recogido la cadena de televisión libanesa Al Manar, vinculada a Hezbolá.
Por otra parte, ha hecho hincapié en que el grupo “rechaza toda intervención extranjera en las elecciones presidenciales libanesas para imponer o vetar a cualquier candidato”, en aparente referencia al otro gran favorito para la Presidencia, el general Joseph Aoun, que contaría con el apoyo de Estados Unidos.
“Aceptamos únicamente una asistencia extranjera para lograr una convergencia en las visiones en Líbano”, ha explicado, antes de asegurar que “Irán y Siria no interfieren en este asunto y envían todos estos asuntos a los aliados de Teherán y Damasco en Beirut”.
Por ello, ha subrayado que “los partidos libaneses nunca deben esperar a los acontecimientos regionales e internacionales para solucionar el asunto relacionado con la Presidencia” y ha insistido en que Hezbolá “tiene total independencia y libertad a la hora de elegir al candidato que prefiere”.
El anuncio de Nasralá ha llegado apenas unos días después de que el presidente de Parlamento libanés, Nabih Berri, afirmara que respalda la candidatura de Franyie, quien no ha anunciado oficialmente su candidatura. Berri es miembro del partido chií AMAL, aliado de Hezbolá.
Franyie es nieto del expresidente libanés Suleiman Franyie (1970-1976) e hijo de Tony Franyie, asesinado en 1978 junto a su madre, su hermana de tres años y otras más de 30 personas en la matanza de Ehden, perpetrada por miembros de Falange Libanesa encabezados por Elie Hobeika y Samir Geagea –herido en la operación– en el marco de la Guerra Civil libanesa.
La matanza se enmarcó en una lucha de poder entre facciones cristianas en el contexto del conflicto. El expresidente se reconcilió en 2018 con Geagea, quien en la actualidad lidera Falanges Libanesas, que en la actualidad cuenta con el principal bloque en el Parlamento y está enfrentado a Hezbolá y el Movimiento Marada.
Para ser elegido, el presidente debe obtener el apoyo de dos tercios de los parlamentarios –86 de los 128– en primera ronda o una mayoría absoluta en caso de que haya que celebrar más votaciones, tal y como contempla el artículo 49 de la Constitución libanesa.
Aoun fue elegido presidente en 2016 después de casi medio centenar de sesiones parlamentarias que se prolongaron durante dos años y medio. Líbano lleva varios años atrapado en una profunda y prolongada crisis política, económica y social que ha provocado que más del 70 por ciento de la población viva por debajo del umbral de la pobreza y un sistema bancario paralizado desde octubre de 2019.
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