El físico nuclear, que creó los cristales que permitieron descubrir el bosón de Higgs, es investido honoris causa por la UPV
VALÈNCIA, 3 (EUROPA PRESS)
El físico nuclear Paul Lecoq, que creó los cristales que permitieron descubrir el bosón de Higgs, ha asegurado que “la ciencia se ha de ver de manera global y los políticos deben apoyarla de manera global, con una visión más allá de la aplicación inmediata”.
Así lo ha aseverado el científico, que este viernes ha sido investido como nuevo doctor honoris causa por la Universitat Politécnica de València (UPV). El acto, celebrado en el Paraninfo de la institución valenciana, ha estado presidido por el rector Pepe Capilla, y en el que ha actuado como padrino José María Benlloch, director del Instituto de Instrumentación para Imagen Molecular (I3M).
“Conozco esta universidad desde hace muchos años, y nunca imaginé convertirme en un miembro de tan alto nivel”, ha afirmado Lecoq minutos antes del inicio de la ceremonia.
El nuevo honoris causa fue propuesto por el I3M, centro de investigación mixto de la Universitat Politècnica de València (UPV) y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). La propuesta fue aprobada en Consejo de Gobierno el pasado 22 de diciembre.
Paul Lecoq ha declarado que, actualmente, la sociedad afronta muchos retos relacionados con la salud, el calentamiento global y la energía y que la respuesta a todo ello vendrá de la mano de la ciencia. En este sentido, ha hecho referencia a la ciencia básica, con la que todo comienza.
“Si miramos a través de la historia, –ha rememorado– los progresos que se han hecho se basan en un descubrimiento de hace más de un siglo: el electrón. Fue un descubrimiento fundamental. La ciencia se ha de ver de manera global, y los políticos deben apoyarla de manera global, con una visión más allá de la aplicación inmediata”.
Asimismo, el nuevo honoris causa ha recordado que la inteligencia artificial ha de ser valorada por lo que puede aportar, y por lo que no. Augura que va a jugar un papel importante en el mundo de la medicina, realizando una evaluación estadística muy precisa de la situación del paciente. Pero recuerda Lecoq que “no hay que olvidar que la mente humana tiene una capacidad que no tendrá jamás la inteligencia artificial: la capacidad de juicio”.
Ahora que se han cumplido una década del descubrimiento del bosón de Higgs, Lecoq ha realizado un análisis de la situación actual: “Lo que sabemos –ha apuntado– es que el modelo estandarizado está llegando a un final, no explica todo. Algo más se descubrirá. ¿El qué? No lo sé. Solo espero vivir lo suficiente para conocer los progresos en esta dirección”.
El honoris causa ha finalizado su discurso con unas palabras de agradecimiento en castellano y en valenciano a la UPV y a su equipo de trabajo, “y a todos los valencianos que nos han recibido amistosamente”.
El padrino del honoris causa, José María Benlloch se ha congratulado de la fortuna de la comunidad universitaria de contar con Paul Lecoq, de quien ha explicado que “es una persona que ayuda mucho a los estudiantes, les muestra un objetivo, su utilidad… es una maravilla tenerlo entre nosotros”.
“ESPERANZA”
Por su parte, el rector de la UPV, Pepe Capilla, ha recordado unas palabras del exrector Nieto, en el discurso del acto de investidura como doctor honoris causa del oceanógrafo Jacques Cousteau: “Esta sociedad de hoy es consecuencia directa de la ciencia. No es la sociedad la que hace la ciencia, sino al revés. Y es en la ciencia y en su herramienta la tecnología, donde tiene cabida la esperanza para la resolución de los graves problemas que aquejan a las sociedades del mundo”.
Lecoq, discípulo del premio Nobel Louis Néel, desarrolló nuevos cristales de centelleo basados en tungstenato de plomo (PbWO4) para la medida de la energía de las partículas en el experimento CMS del acelerador LHC del CERN, que permitieron descubrir el bosón de Higgs en 2012.
Además, con el tiempo, el trabajo de Lecoq sobre detectores de física de partículas derivó hacia las aplicaciones en imágenes médicas y recientemente ha patentado un equipo de escáner PET 180 más sensible y 160 veces menos dañino para el paciente que los que se pueden encontrar actualmente en el mercado.
Los escáneres PET ayudan a encontrar cánceres en sus etapas más tempranas. También muestran si un paciente está respondiendo al tratamiento. Los nuevos equipos podrían extender su radio de acción a más campos de la medicina: servirían no solo para diagnosticar enfermedades oncológicas, sino también cardiovasculares, neurológicas, inflamatorias, infecciosas o metabólicas.
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