MADRID, 02 (SERVIMEDIA)
La Estrategia Farmacéutica Europea pretende recuperar la competitividad del continente frente a Estados Unidos y Asia, sobre todo China con la mejora del acceso de los pacientes a los medicamentos y la sostenibilidad de los sistemas sanitarios.
Según informó este jueves Farmaindustria, en la década de los 90, Europa era líder en investigación y desarrollo biomédico a nivel mundial. Desde entonces, el continente comenzó a perder peso en inversión en I+D farmacéutica dentro del contexto internacional en favor de otros países como Estados Unidos y China.
Todo ello pese a que entre 1990 y 2019, la inversión en este campo se multiplicó en el continente europeo por 4,5 mientras que Estados Unidos lo hizo por nueve.
En consecuencia, Europa perdió el 25% de su peso en I+D biomédica en las últimas dos décadas, como reflejó un reciente informe de la Federación de la Industria Farmacéutica Europea (Epfia).
Esta situación también se repitió en la investigación clínica. Del total de ensayos clínicos iniciados en 2021 en el mundo, hasta el 30% se pusieron en marcha en países de Asia, mientras que Estados Unidos fue la segunda región, con el 27%, mientras que Europa ya ocupa el tercer lugar, con el 23% del total de los ensayos.
La tendencia a largo plazo observada es el aumento de la proporción de ensayos clínicos realizados en Asia (principalmente China y Corea del Sur), que creció más del 10% en la última década, según indicó el informe Efpia Pipeline Innovation Review hecho público a finales del año pasado.
VIDEO DE FARMAINDUSTRIA
Estos son algunos de los datos que aparecen en un vídeo elaborado por Farmaindustria con la mirada puesta en la futura Estrategia Farmacéutica Europea, que supondrá una gran revisión de la legislación farmacéutica, la primera en 20 años, y que marcará el devenir del sector para los próximos ejercicios o incluso décadas.
Se prevé la reforma tanto de la legislación farmacéutica general, como de la normativa sobre medicamentos huérfanos y pediátricos. El objetivo de la regulación es mejorar la disponibilidad y el acceso de todos los ciudadanos europeos a los medicamentos, que aumente la competitividad y la innovación, a la vez que se garantiza la sostenibilidad de los sistemas sanitarios.
Tal y como destacó Farmaindustria, Europa está ante una oportunidad única para garantizar que la región pueda beneficiarse de la vanguardia en I+D, responder rápidamente a las necesidades de los pacientes europeos y volver a ser líder mundial en innovación farmacéutica. “Y para ello se necesitan incentivos a la propiedad industrial y un marco regulatorio estable que proteja a la industria farmacéutica”.
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