Reconoce que la derrota de Rusia sería “un shock geopolítico y un terremoto potencialmente devastador a escala global”
MADRID, 2 (EUROPA PRESS)
El primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, ha argumentado este jueves durante una entrevista con el diario suizo ‘Die Weltwoche’ que en Occidente falta “voluntad” para formular o apoyar una iniciativa de paz que ponga fin a la guerra de Ucrania.
“Occidente ha perdido su capacidad de unir al mundo por una causa. Sus principios filosóficos están limitados en el espacio. Este es un fenómeno nuevo”, ha señalado, elogiando así a otros países que desean la paz, como China, India, Turquía o Brasil, entre otros.
En este sentido, el primer ministro húngaro ha indicado en la entrevista, recogida por distintos medios locales, que si los aliados quieren “abandonar la postura de la guerra”, debe existir “una alternativa” viable.
“En las decisiones que se toman en Bruselas, reconozco más a menudo los intereses estadounidenses que los europeos”, ha indicado, agregando además que Washington siempre tiene “la última palabra” en las medidas que se toman dentro del club europeo en el marco de “una guerra que se desarrolla en Europa”.
El primer ministro húngaro también ha afirmado que si el expresidente Donald Trump hubiese estado en la Presidencia y hubiese ganado las elecciones “no habría habido una guerra”, según ha recogido el diario ‘Népszava’.
Orbán ha explicado así que la debilidad de Europa es la Unión Europea, ya que “desintegra” a los Estados-nación “sin poner nada viable en su lugar”. Asimismo, el primer ministro húngaro ha rematado la entrevista con unas palabras sobre la OTAN.
“Una potencia nuclear con una población de 140 millones se enfrenta a los ucranianos, y toda la OTAN se enfrenta a los rusos. Eso es lo que lo hace tan peligroso. Hay un punto muerto que fácilmente podría convertirse en una guerra mundial”, ha continuado.
Además, ha añadido que la OTAN debería retirarse de los países que se unieron después de 1997, entre los que se encuentra la propia Hungría. Sin embargo, Orbán ha señalado que, antes de empezar la guerra, el presidente ruso, Vladimir Putin, le dijo que la entrada de su país en la Alianza no suponía ningún problema.
“El problema de Putin son las bases estadounidenses ya establecidas en Rumania y Polonia, así como la posible expansión de la OTAN en Ucrania y Georgia para colocar armas allí”, ha puntualizado Orbán.
Finalmente, el primer ministro húngaro ha puesto sobre la mesa posibilidad de la derrota de Rusia, una potencia nuclear, en territorio ucraniano y ha asegurado que sería “un shock geopolítico y un terremoto potencialmente devastador a escala global”.
“El mismo hecho de que tales escenarios ahora se tomen a la ligera en Occidente atestigua una distancia inquietante e incluso aterradora de la realidad y la ceguera ante los riesgos inherentes a la propia política”, ha zanjado.
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