PALMA, 2 (EUROPA PRESS)
La consellera de Asuntos Sociales y Deportes, Fina Santiago, y la coordinadora de la Oficina de Cooperación y de Solidaridad (OCDS) de la Universitat de les Illes Balears (UIB), Ruth Escribano, han recibido este jueves a dos de las tres mujeres que participan en la edición 2023 de la campaña ‘Mujeres Defensoras de Derechos’, que lleva a cabo actuaciones en materia de cooperación al desarrollo.
La campaña, que se inició en 2018 y cuenta con la subvención de la Conselleria de Asuntos Sociales y Deportes a la UIB, tiene como objetivo promocionar un espacio seguro de formación, construcción de la solidaridad, de cuidados propios e incidencia política para las defensoras de derechos de diferentes territorios.
En esta edición, las tres mujeres defensoras que participan son Britany Castillo, procedente del Salvador, Dalila Arqueta y Katherin Cruz, ambas de Honduras, aunque Arqueta hace cuatro años que vive exiliada en el País Vasco.
Durante la reunión, Cruz ha hecho un llamamiento a la solidaridad internacional y ha subrayado que desde la Red Nacional de Defensoras de los Derechos Humanos en Honduras han registrado 1.466 agresiones a defensoras de derechos humanos.
“La mayoría de agresiones han sido contra las defensoras de la tierra y el territorio, pero también contra las defensoras que estamos con la exigencia de justicia y reparación; continuamos defendiendo la situación de violencia y vulnerabilidad y la persecución judicial que vivimos en Honduras para desarmar nuestra lucha”, ha explicado.
Por su parte, Arqueta ha puesto de ejemplo a Baleares, indicando que “este territorio también está bastante amenazado porque también se están vaciando los barrios de esta isla”. “Hay muchos frentes abiertos y hay que proteger, sostener y vincular las luchas con las de otros territorios del otro lado del charco. Esta solidaridad tiene que nacer y permanecer en las comunidades”, ha añadido.
Tras escuchar a estas activistas, la consellera ha destacado que estas mujeres están defendiendo “una lucha que nunca es individual, siempre es colectiva, porque entienden muy bien la importancia de la defensa de la comunidad ante este capitalismo global que cada vez está amenazando más nuestros territorios”.
Además, ha señalado que las activistas defienden unos territorios que están muy amenazados por grandes corporaciones para hacer grandes negocios de energía o turísticos, y esto supone desplazamientos de la comunidad y, sobre todo, utilización de terrenos que ahora son agrícolas, “y para defender estos territorios muchas de ellas se ven amenazadas. Incluso, su propia vida”.
- Te recomendamos -