MADRID, 1 (EUROPA PRESS)
El ministro de Reconciliación de Malí, Ismael Wagué, una de las principales figuras dentro de la junta militar, ha cuestionado este miércoles el papel de Argelia en el marco del acuerdo de paz y ha acusado a la coalición rebelde tuareg Coordinación de Movimientos del Azawad (CMA) de violar el pacto firmado en 2015 en Argel.
“Es evidente que algunos movimientos, en concreto los de la CMA, han seguido violando el Acuerdo por la Paz y la Reconciliación en Malí, fruto del proceso de Argel”, ha explicado, agregando que estas violaciones son “preocupantes”.
Wagué ha dicho que estas acciones por parte de “ciertos movimientos”, en alusión a la CMA, representan un “obstáculo para la paz, la seguridad y el desarrollo”. Las violaciones, ha argumentado, no han suscitado “condena alguna” por parte de los garantes del pacto, siendo Argel el principal mediador. “Sus autores nunca han sido llamados al orden”, ha reiterado.
En una carta dirigida al ministro de Exteriores de Argelia, Ramtane Lamamra, ha reiterado que “la mediación internacional debe desempeñar su papel” para la “efectiva” implementación del acuerdo, ya que, de otra forma, estos “enemigos de la paz” cuentan con “impunidad”, según ha informado el portal de noticias aBamako.
“Las estructuras encargadas de apoyar la implementación del Acuerdo, en particular la MINUSMA (misión de la ONU en el país), el Observatorio Independiente y el Grupo Internacional de Expertos para las sanciones relativas a Malí, nunca han cumplido las expectativas”, ha agregado.
Además de cuestionar a Argelia y a la misión de la ONU en el país, entre otros organismos, el actual ministro de Reconciliación Nacional, ha enumerado las violaciones que ha cometido la CMA con respecto al pacto, como la puesta en marcha de un tribunal islámico en Kidal o la reapertura de puestos de control en la citada zona, así como en Gao, Ménaka y Tombuctú, en el norte del país.
Esto se produce después de que la coalición, alianza de grupos nacionalistas tuareg y árabes del norte, anunciara que suspendía su participación en el acuerdo, exigiendo la celebración de una reunión “con mediación internacional en terreno neutral”.
Con el Acuerdo de Argel de 2015 firmado entre el Gobierno y los grupos separatistas tuareg, estos pasaron a formar parte de las Fuerzas Armadas, se selló un alto el fuego y se propuso dotar de más competencias a la parte septentrional de Malí, así como la creación de una fuerza de seguridad regional y un plan de desarrollo.
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