La Guardia Civil encuentra las 720 botellas en una nave madrileña, donde hallan productos de otras empresas
VALLADOLID, 28 (EUROPA PRESS)
La Guardia Civil ha detenido a una persona de 20 años e investigado a otra de 51 por presuntamente estafar a una bodega burgalesa 4.800 euros con una empresa ficticia el pasado mes de agosto, cuando el bodeguero de La Ribera recibió una solicitud de pedido de 720 botellas de vino.
Tras el intercambio de mensajes se concretó la venta en algo más de 4.800 euros y la mercancía fue enviada a la sociedad peticionaria, que no llegó a abonar el precio estipulado. “Consumada la estafa, desaparecieron, sin contestar a las llamadas y requerimientos de la empresa burgalesa”, ha detallado la Benemérita en un comunicado.
El Equipo ‘@’ de asesoramiento, prevención y respuesta en materia de ciberdelincuencia de la Comandancia de Burgos abrió una investigación para descifrar la ‘huella digital’ de los autores. Así, obtuvieron la identidad de una persona, C.A.M., que resulta ser el “principal cabecilla” de realizar los encargos para una sociedad, que resulta ser una empresa ficticia, creada con el único fin de dar aparente respaldo legal a las transacciones y ganarse de este modo la confianza de las víctimas.
También se obtuvo la identidad de un segundo implicado, que hacía la función de receptor del producto y de transportista. Además, de forma paralela, localizaron una furgoneta con la que se realizan los portes desde el Centro Logístico donde se recibían los encargos, hasta una gran nave ubicada en una localidad madrileña.
RECUPERAN LAS BOTELLAS EN UNA NAVE MADRILEÑA
Este local, además de almacén, servía de punto de distribución y venta de la mercancía adquirida fraudulentamente, que era introducida en el mercado negro con apariencia de legalidad. Los agentes hallaron allí el vino burgalés y multitud de otros productos alimentarios procedentes de estafas similares, cuya lícita tenencia no pueden demostrar.
Además de las 720 botellas de vino que han sido entregadas a la firma burgalesa, la Guardia Civil también ha contactado con cuatro empresas del sector alimentario ubicadas en Sevilla, Alicante, Jaén y La Rioja, que también han sido engañadas bajo el mismo ‘modus operandi’, lo que ha supuesto un montante final de más de 16.800 euros.
MODUS OPERANDI
La operación se ha saldado con la detención del principal cabecilla, la investigación de J.C.K. en una prisión madrileña -donde se encontraba ingresado por otros asuntos- y la identificación de una tercera persona por su presunta vinculación con la trama.
Se trata de un grupo organizado, jerarquizado y con reparto de funciones: adquisición de la mercancía, recogida y depósito de ésta y su posterior venta a terceros.
Crean una empresa ficticia -sociedad instrumental para blanquear elbeneficio económico por la venta de los productos fraudulentos-, quetambién otorga cierto respaldo y apariencia legal a sus prácticas ilícitas.
Con ella, engañan a las víctimas sin abonar el pedido efectuado y la mercancía es recogida en un centro logístico, para lo cual usan números de Documentos Nacionales de Identidad similares de terceras personas a las que se lo han usurpado previamente y rubrican en su nombre.
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