MADRID, 28 (EUROPA PRESS)
La Autoridad de Supervisión de los Mercados Financieros de Suiza (Finma) ha determinado que Credit Suisse FINMA “incumplió gravemente” sus obligaciones de supervisión con respecto a la gestión de riesgos y las estructuras organizativas apropiadas en el contexto de su relación con Greensill Capital.
La firma británica Greensill Capital, cuyos activos agregados sumaban unos 10.000 millones de dólares (9.457 millones de euros), se declaró en suspensión de pagos en 2021 ante la imposibilidad de hacer frente a sus deudas.
Tras una investigación de dos años, el regulador independiente de los mercados suizos ha llegado a la conclusión de que Credit Suisse incumplió gravemente su deber de supervisión de identificar, limitar y monitorear adecuadamente los riesgos en el contexto de la relación comercial con Lex Greensill durante un período de varios años.
Asimismo, Finma también encontró serias deficiencias en las estructuras organizacionales del banco durante el período bajo investigación, añadiendo que no cumplió suficientemente con sus funciones de supervisión como administrador de activos.
En sus conclusiones, el regulador helvético señala que, en general, la firma de gestión de activos de Credit Suisse tenía poco conocimiento y control sobre las reclamaciones específicas y apunta que no fue Credit Suisse como gestor de activos de los fondos quien los seleccionó y revisó, sino el propio Greensill, además de dejar también en manos de este último la organización de la cobertura del seguro en su propio nombre.
De este modo, Finma ha ordenado al grupo bancario que evalúe prospectivamente sus relaciones comerciales significativas según los riesgos por lo que, a partir de ahora, las relaciones comerciales más importantes (aproximadamente 500) se revisarán periódica y holísticamente en cuanto a los riesgos de contraparte a nivel de la junta ejecutiva.
Además, las áreas de responsabilidad de los aproximadamente 600 máximos directivos del banco deberán registrarse en el futuro en un documento de responsabilidad y si estos no organizan y gestionan su área de negocio de forma que se prevengan en la medida de lo posible las malas conductas, deberán ser sancionados por el banco, por ejemplo mediante una reducción de su retribución variable.
Para esto, el regulador helvético nombrará un responsable de auditoría que se encargara de revisar el cumplimiento de estas medidas de supervisión por parte de la entidad.
Asimismo, Finma también ha abierto cuatro procedimientos de ejecución contra ex directivos de Credit Suisse, aunque no ha revelado las identidades.
De su lado, Credit Suisse ha acogido con satisfacción el anuncio de la conclusión de los procedimientos de Finma en relación con este caso, destacando que en el transcurso de los dos últimos años ha implementado una serie de amplias medidas organizativas.
En este sentido, la entidad ha indicado que todos los requisitos identificados por Finma se están abordando a través de las medidas organizativas ya en marcha, subrayando que el regulador no ha ordenado ninguna confiscación de ganancias en relación con el procedimiento y no se espera que la implementación de las medidas adicionales genere costes significativos para Credit Suisse.
“Desde marzo de 2021, Credit Suisse ha tomado medidas para abordar directamente muchos de los problemas destacados posteriormente por Finma”, ha subrayado Ulrich Körner, consejero delegado de Credit Suisse Group, añadiendo que el regulador suizo ha mostrado su apoyo a las medidas adoptadas por la entidad para fortalecer los procesos de gobernanza y control.
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