MADRID, 27 (EUROPA PRESS)
La Sociedad Española de Cardiología (SEC) y la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) han elaborado un documento de consenso bajo el título ‘Detección y manejo de la insuficiencia cardiaca en el paciente con obesidad’.
La insuficiencia cardiaca se produce cuando el corazón no es capaz de bombear suficiente sangre al organismo, y entre sus síntomas se encuentran la disnea (falta de aire por causa cardiaca) y la dificultad para realizar ejercicio o actividades físicas habituales. La evaluación de estos síntomas y signos es un elemento clave para llegar al diagnóstico, aunque es necesario realizar exploraciones complementarias para confirmarlo.
“Además de la intolerancia al esfuerzo, hay algunas características que la hacen más específica de la insuficiencia cardiaca, como la presencia de bendopnea (disnea al atarse los zapatos) y ortopnea (disnea más evidente al acostarse)”, ha explicado uno de los autores del documento, Vicente Arrarte.
Asimismo, puntualiza otra de las autoras del documento y presidenta anterior de la Asociación de Riesgo Vascular y Rehabilitación Cardiaca de la SEC, Raquel Campuzano, se sabe que la edad mayor de 65 años, la presencia de hipertensión arterial, diabetes mellitus, enfermedad renal crónica, antecedentes de cardiopatía isquémica y fibrilación auricular son factores de riesgo que aumentan la probabilidad de insuficiencia cardiaca en el paciente con obesidad.
En cuanto a las herramientas diagnósticas, un electrocardiograma normal tiene un “excelente” valor predictivo negativo para descartar la insuficiencia cardiaca. Asimismo, la medición de biomarcadores plasmáticos, con matices que se explican en el documento, la ecocardiografía y otras técnicas de imagen son clave para llegar al diagnóstico.
Ante este escenario, el documento de consenso repasa qué pruebas hay que solicitar desde las consultas de endocrinología ante síntomas y signos de sospecha de insuficiencia cardiaca en los pacientes con obesidad. También incluye un abordaje global de los factores de riesgo y plantea el tratamiento inicial, así como la derivación y coordinación con cardiología.
“El diagnóstico y tratamiento precoz de la insuficiencia cardiaca en personas con obesidad conlleva mejor pronóstico, por lo que aunar esfuerzos entre especialidades siempre es positivo”, han enfatizado los doctores.
Este documento complementa la guía de abordaje de la obesidad y muestra el carácter multidisciplinar que puede requerir la atención de las personas que viven con obesidad. “Además, pone de manifiesto una de las misiones más relevantes de la SEEN, que es la formación de sus miembros en pos la excelencia de la atención médica”, ha zanjado la coordinadora del Área de Obesidad de la SEEN, Ani de Hollanda.
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