ZARAGOZA, 22 (EUROPA PRESS)
El Área de Urbanismo del Ayuntamiento de Zaragoza aspira a una reforma integral de todo el trazado urbano del río Huerva y, por eso, tras obtener el año pasado fondos europeos para la primera fase de esta actuación, ahora va a optar a otra convocatoria para recibir hasta cuatro millones de euros para la segunda fase, cuyo presupuesto total asciende a los 13,957 millones de euros.
Así lo ha explicado el consejero municipal de Urbanismo, Víctor Serrano, en rueda de prensa, una “buena noticia” para un “gran proyecto transformador” para los próximos cuatro años, como en su día lo fue la actuación en la ribera del Ebro para que se integrara en la ciudad, ha apuntado.
Ha esgrimido que junto a la sostenibilidad medio ambiental, esta intervención va a permitir “un urbanismo de calidad” y “va a tener especial interés para los vecinos, ya que habrá evidentes mejoras en la accesibilidad al río, lo que supondrá un cambio respecto a la actualidad”, ha constatado.
Esta segunda fase transcurrirá entre la calle de Miguel Servet y la desembocadura del Huerva en el Ebro. Serrano se ha mostrado confiado en recibir esos fondos porque “ya estamos bien posicionados” al haberlos obtenido para la primera fase, entre el Puente Blasco del Cacho y el puente Emperador Augusto, un total de 1.598.705,62 euros de un proyecto que asciende a 9,9 millones.
Ha recordado que esta primera fase está promovida por la Fundación Biodiversidad y va a incidir en la restitución paisajística y urbanística del entorno ribereño, en la restauración de ecosistemas fluviales y la reducción del riesgo de inundación en entornos urbanos.
PRIMERA FASE
Serrano ha comentado que esta primera fase está en el proceso de participación ciudadana e “inteligencia vecinal”, para que los zaragozanos y diferentes entidades, como las juntas de distrito, las organizaciones ecologistas o el entramado comercial hagan sus aportaciones, que serán incorporadas al proyecto. En el último mes y medio ya se han mantenido reuniones, que continuarán hasta junio.
Asimismo, a lo largo del segundo semestre de este año “se empezarán a ejecutar los proyectos de ingeniería y arquitectura, para que la actuación esté redactada a lo largo del 2023”, y que requerirá de dotación presupuestaria durante varios ejercicios.
Previsiblemente, será en junio cuando se conocerá si se han obtenido los fondos europeos para la segunda fase, que intervendrá en la restauración hidromorfológica del río y la renaturalización de las zonas ajardinadas aledañas al río Huerva.
Las principales acciones de esta nueva fase del proyecto se centrarán en la gestión de especies de flora alóctonas, la generación de hábitats para la fauna autóctona, la restauración de la vegetación de ribera y de las zonas ajardinadas que conectan el espacio urbano y con el fluvial y, por último, la mejora de la accesibilidad para la población al espacio ribereño.
“Con todo ello, se mejorará el estado ecológico del río, se reducirá la peligrosidad de las inundaciones, se eliminará o reducirá significativamente en número y peso las especies exóticas, y se incrementará la resiliencia contra plagas y el cambio climático de las áreas verdes renaturalizadas y su entorno próximo”, ha comentado Serrano.
De igual forma, “se reducirá el efecto de isla de calor, al reducirse las temperaturas por incremento de la vegetación arbórea, y las actuaciones también tendrán un efecto mitigador del ruido en las áreas verdes”, ha detallado el consejero.
ESPACIO DE ESPARCIMIENTO Y OCIO
Con estas actuaciones, unidas a la mejora de la accesibilidad a estos espacios, se pretende que la ciudadanía de Zaragoza disponga de unos espacios de dispersión y ocio en los que pueda conectar con la naturaleza, un proyecto que también “va a tener gran impacto en la movilidad desde el punto de vista peatonal, que es la movilidad más saludable y que debemos potenciar”, ha subrayado el consejero municipal.
Algunas de las acciones utilizadas para renaturalizar el ecosistema fluvial y las zonas ajardinadas aledañas se corresponden con soluciones basadas en la naturaleza. Con estas acciones también se pretende que los espacios naturales de la ciudad de Zaragoza estén más adaptados al cambio climático.
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