ZARAGOZA, 22 (EUROPA PRESS)
El Centro de Visitantes de la Cartuja de la Inmaculada Concepción, en el barrio rural de La Cartuja Baja, comienza su andadura con la inauguración de la primera fase de la musealización del edificio de laantigua Portería, donde se podrá conocer de primera mano el patrimonio arquitectónico y cultural del barrio rural, siendo un motor de desarrollo económico y social para el territorio.
A lo largo de los últimos 20 años, el Ayuntamiento de Zaragoza ha ido realizando inversiones en el Conjunto Histórico-Artístico del barrio rural de La Cartuja Baja, que ha conllevado a la compra y rehabilitación de edificios como la Portería, el Refectorio o la Celda del Prior, y a la adecuación de espacios como el parque del Huerto Frisón.
Estas intervenciones se intensifican en 2016 y este mandato se ha dado un impulso definitivo para la puesta en marcha del centro interpretativo de la vida cartujana.
En esta primera fase del Centro de Visitantes, se ha creado una identidad gráfica, con logotipo, colores corporativos y tipografía para cartelería, señalización y textos; se ha ejecutado la señalización exterior, con banderolas de situación del centro y un plano del espacio patrimonial; y se han diseñado los espacios interiores en la antigua Portería del complejo.
Además de la zona de recepción de visitantes, se han creado áreas de descanso y espacio infantil, se ha diseñado el itinerario expositivo y museográfico, se han desarrollado dos piezas audiovisuales de personajes importantes de la Cartuja, y se ha registrado, con vuelo de dron, toda la zona patrimonial del complejo.
“La Cartuja de la Inmaculada Concepción es, junto a La Cartuja de Sainte-Croix-en-Jarez, en Francia, y a La Certosa degli Angeli, en Italia, los únicos ejemplos en el mundo de recintos monacales de este tipo que, debido a procesos desamortizadores, pasaron a espacios urbanos civiles y habitados”, ha recordado el alcalde de la Cartuja Baja, José María Lasaosa, durante la primera visita institucional al nuevo Centro de Visitantes, que se ha realizado junto a la vicealcaldesa de Zaragoza, Sara Fernández.
“Tenemos en nuestra ciudad una joya única y singular, y es nuestro deber preservar, recuperar y dar a conocer el enorme interés histórico, cultural y patrimonial que tiene este núcleo urbano”, ha subrayado Fernández.
PUERTAS ABIERTAS
Por ello, y como primer avance, este sábado 25, la Junta Vecinal de La Cartuja Baja ha promovido una gran jornada de puertas abiertas para disfrutar con vecinos, visitantes y autoridades del nuevo Centro de Visitantes. A las 10.00 horas habrá una recepción en el edificio de La Portería, para cursar una visita guiada con figurantes a cargo de Gozarte, ha señalado Lasaosa. Así, al mediodía se dará por inaugurado, de forma oficial, este nuevo espacio, que tendrá visitas guiadas para el público el domingo, tanto a las 11.00 como a las 12.00 horas, ha añadido el alcalde del barrio rural.
También se han programado otras actividades y el primer domingo de cada mes, a las 10.30 horas, desde el edificio de La Portería, se ofrecerá la posibilidad de realizar una visita guiada al Conjunto Histórico-Artístico, sin necesidad de inscripción previa, ha destacado Lasaosa.
A ello se suma la tercera edición de la Recreación de las firmas de las capitulaciones y la vida de La Cartuja en los siglos XVII, XVIII, y XIX, que tendrá lugar el 3 de junio, organizadas por la Asociación de Vecinos Jerónima Zaporta con la colaboración de otra asociaciones del barrio y personas voluntarias.
CENTRO DE INTERPRETACIÓN
El Centro de Visitantes se convierte así en el espacio de acogida que ofrecerá al visitante claves para interpretar las estructuras arquitectónicas conservadas de la antigua Cartuja de la Inmaculada Concepción, conocer su historia y entender la vida de los cartujos.
Además de una maqueta del espacio, se plantea un esquema comparativo de las tres cartujas aragonesas: Aula Dei y Nuestra Señora de las Fuentes, junto a la de la zaragozana. La muestra se completa con panelesdidácticos que repasan distintos elementos como la historia de la fundación de la Cartuja, la riqueza y poder de este espacio, la vida de los monjes cartujos, los horarios y trabajos que se desempeñaban, la Orden de los Cartujos con las reglas de San Bruno, así como los acontecimientos y la historia del complejo desde 1650 hasta 1850.
A través de un video y una zona expositiva se recrea una celda cartujana en la que vivían los monjes: la cama de madera con jergón y manta, un baúl, una mesa, la Biblia, el crucifijo, los libros y un banco introducen al visitante en el ambiente original del espacio, donde también se expone un conjunto de réplicas de piezas cerámicas del siglo XVII –jarra, plato hondo, tajador, escudilla, bacín, santigüero de celda y escudilla decorada, entre otros enseres–.
Este espacio, que ya está acondicionado, se ampliará a lo largo de este año con una segunda fase de musealización en el que se abordará, sobre todo, el periodo histórico tras la desamortización de Mendizábal y hasta la época actual.
Se crearán nuevos materiales como un cuaderno didáctico para público individual o familiar, con juegos de pistas para recorrer todo el espacio exterior; un elaborará un vídeo con entrevistas y fotos antiguas, referentes al barrio, para explicar el periodo en el que la Cartuja Baja comenzó a transformarse de un lugar de culto a un pueblo, con los primeros colonos; y se mejorará la interactividad del recorrido por el espacio patrimonial con nuevos paneles, códigos QR, e itinerarios.
“Se ha planteado como un espacio para buscar emociones, teniendo en cuenta a los destinatarios, y con un carácter didáctico e interactivo en la medida de lo posible, con un lenguaje asequible y visual, y acompañado de rigor científico”, ha explicado la vicealcaldesa, “porque debemos ofrecer una experiencia didáctica, amena, accesible para todo tipo de públicos y diferenciadora de las otras cartujas”.
El proyecto completo, de esta manera, permitirá al visitante recorrer cuatro secciones diferencias y tematizadas: una aproximación a la Orden Cartuja y a su singular modo de vida monástico; la historia de la fundación de La Cartuja de la Inmaculada; la arquitectura y el arte del recinto cartujano; y la aproximación al patrimonio perdido.
EL PATRIMONIO
Tras ser enajenado por el Estado con las desamortizaciones de Mendizábal, el complejo cartujano, con todas sus propiedades, fue subastado a mitad del siglo XIX. Las diversas porciones se fueron alquilando con parcelas a colonos agrícolas, que utilizaron el monasterio y sus edificios como viviendas y dependencias, y se fueron adecuando y derruyendo los espacios para convertirlos calles.
El núcleo de población pronto tomaría la denominación del barrio de La Cartuja Baja, que con el paso del tiempo ha ido modelándose en el actual barrio rural zaragozano.
En el año 1982 el monasterio se declara conjunto histórico-artístico y, en 2002, Ayuntamiento y DGA aprobaron el Plan Especial de Protección y Reforma Interior que ha ido guiando las posteriores actuaciones y recuperación de espacios, en la que también se han involucrado otras administraciones.
A partir de 2016 es cuando comienza a producirse una regeneración más intensa y una apuesta más decidida por el complejo. En el último mandato, además de actuaciones de consolidación y mejora en edificios, se han obtenido cerca de 600.000 euros de fondos europeos para reconvertir el edificio de la Celda del Prior en un centro intergeneracional y albergue de peregrinos.
Además, se ha consolidado el edificio de la antigua Portería, que ahora, una vez musealizado, se abre como Centro de Visitantes, ha informado el Ayuntamiento de Zaragoza en una nota de prensa.
- Te recomendamos -