GRANADA, 21 (EUROPA PRESS)
La Sección Primera de la Audiencia de Granada celebra este miércoles el juicio contra dos hombres acusados de introducir 732 kilos de resina de hachís en una embarcación que fue interceptada en el verano de 2021 por la Guardia Civil frente a la costa de Granada, lo que propició que los presuntos narcos desembarcaran en la playa de Melicena para tratar de huir, siendo este momento grabado por varios de los bañistas que, además, les retuvieron hasta la llegada de los agentes.
Para el primero de los acusados la Fiscalía solicita una pena de seis años y nueve meses de prisión, y multa de cuatro millones de euros por un delito contra la salud pública con la agravante de reincidencia, según consta en el escrito de acusación provisional, al que ha tenido acceso Europa Press. Respecto al segundo procesado, le acusa del mismo delito y, además de la multa de cuatro millones, pide que sea condenado a cinco años de prisión, aunque con el matiz de que cumpla al menos cuatro en prisión y el resto de la pena se le sustituya por la expulsión del territorio nacional durante un plazo de diez años.
El Centro de Mando y Control del Sistema Integrado de Vigilancia Exterior (Sive) detectó la embarcación de los acusados sobre las seis de la tarde del 14 de agosto de 2021 a unas cuatro millas al sur de la playa de Melicena, en el término municipal de Sorvilán. A los agentes les había parecido sospechosa, así que el Servicio Marítimo de la Guardia Civil envió a la embarcación Río Genil y a las patrullas de Seguridad Ciudadana que había disponibles por la zona.
La embarcación estaba tripulada por dos hombres que al percatarse de la presencia policial emprendieron una veloz huida hacia la costa, alcanzando en pocos minutos la playa de Melicena, donde la embarrancaron para continuar huyendo a pie, “aunque a los pocos metros fueron interceptados por la Guardia Civil”, según recoge el escrito de la Fiscalía.
La grabación que diversos bañistas hicieron del desembarco de estos presuntos narcotraficantes se hizo viral en redes sociales, ya que en ella se puede observar cómo los lugareños se percatan de lo que está ocurriendo y se movilizan para retenerlos hasta la llegada de las fuerzas del orden.
Los agentes comprobaron que habían transportado por mar 25 fardos de arpillería con unas treinta tabletas de resina de cannabis que arrojaron un peso de 732 kilos. La droga ha sido valorada en 1,4 millones de euros. La embarcación por su parte, una rígida de fibra sin matrícula de cinco metros de eslora, iba perfectamente equipada para navegar en condiciones de seguridad con dos GPS.
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