El fallecido era el ex de la mujer del acusado, pero éste asegura que no lo sabía
PALMA, 20 (EUROPA PRESS)
El joven de 22 años acusado de matar a otro al presuntamente pisotearle la cabeza contra el suelo en Calas de Mallorca en 2021 ha reconocido este lunes, ante un Jurado, haber propinado un único “golpe involuntario” a la víctima, pero ha negado haber continuado con la agresión cuando el perjudicado cayó inconsciente al suelo.
La Fiscalía pide para él una pena de 12 años de prisión por un delito de homicidio y una indemnización de 168.000 euros para los padres del fallecido. El abogado de la familia de la víctima, que califica los hechos alternativamente de asesinato, pide 22 años de cárcel –y 14 años en caso de que se considere un homicidio–, así como 210.000 euros de indemnizaciones para los padres y hermanos del fallecido.
Con todo, los familiares han renunciado a estas cantidades en su declaración como testigos, donde han insistido que sólo quieren que “caiga la ley” sobre el responsable de la muerte.
La defensa, por su parte, pide la absolución. Se prevé que el juicio, que se celebra en la sede de la Audiencia Provincial en Palma, dure tres días.
El incidente tuvo lugar en julio de 2021, sobre las 00.45 horas, en un aparcamiento de Calas de Mallorca, donde el acusado, que sostiene que aquella noche había consumido alcohol y drogas, se encontró con la víctima, de 28 años, que iba con un amigo.
DICE QUE NO SABÍA NADA DE LA RELACIÓN DE LA VÍCTIMA CON SU MUJER
El acusado y la víctima habían coincidido anteriormente en prisión –el procesado tiene numerosos antecedentes por delitos cometidos cuando era menor de edad– pero según el procesado sólo se conocían “de vista”: “Hola y adiós y nada más”. En este sentido, ha asegurado que no sabía que el joven al que golpeó había sido pareja de su mujer en el pasado. “Desconocía totalmente que hubieran tenido algo”, ha mantenido.
Y es que la Fiscalía sostiene que, aquella noche en el parking de Calas de Mallorca, el acusado habría recriminado al chico que hablara con su mujer. El procesado lo ha negado reiteradamente: “Apenas le saludé, no tenía ningún problema con él, no lo he tenido nunca”, ha dicho.
Las acusaciones sostienen que el procesado propinó un puñetazo en la sien a la víctima, que perdió el conocimiento, y que una vez en el suelo le pisoteó la cabeza “brutalmente”. El procesado, en su lugar, mantiene que fue su tío quien se enzarzó en una pelea con la víctima y su amigo, y que él se limitó a intentar separarles.
Según su versión, en este forcejeo la víctima se habría abalanzado y, para quitárselo de encima, dio un codazo a ciegas que, ha admitido, pudo darle en la sien. “De repente noto que alguien me hace el mataleón, me lo quité de encima con la mala suerte que se dio un mal golpe en el suelo”, ha declarado.
Siguiendo con su relato, tras esto el chico quedó “inconsciente”. “Lo vi en el suelo sangrando, me mareé, me asusté”, ha contado el acusado, que seguidamente se metió en el coche. Según él, su tío “siguió peleándose” con el otro joven pero la víctima no recibió ningún golpe más.
El procesado también ha afirmado que, tras comprobar que una mujer extranjera ya había llamado a una ambulancia, se fueron en coche. Ha negado que quisiera huir del lugar, si bien ha admitido que se marcharon conduciendo con celeridad –su tío iba al volante, ha dicho– y tuvieron un accidente al intentar esquivar a un camión de recogida de basuras.
LA VÍCTIMA CAYÓ EN COMA Y MURIÓ CUATRO MESES DESPUÉS
La víctima sufrió un traumatismo craneoencefálico grave con múltiples lesiones óseas, vasculares y viscerales, cayó en coma y murió cuatro meses después en el hospital.
El acusado estuvo en paradero desconocido unos días, en los que se rapó el pelo, y, cuando la Policía ya le buscaba, finalmente se entregó en una comisaría acompañado de un abogado. El joven ha afirmado que se marchó de casa para drogarse tras discutir con su mujer y que se rapó porque sentía un “hormigueo” por el consumo de droga, negando así que estuviera tratando de escapar de las autoridades.
Por otra parte, el acusado ha negado haber redactado una carta desde prisión en la que reconocería sus celos o que perdía los papeles al mezclar alcohol y drogas. Con todo, sí reconoce su firma. Asegura que fue un escrito que le animó a firmar “una persona de la cárcel” a cambio de un paquete de tabaco, pero que no la leyó antes de firmarla. “Según él, eso me iba a ayudar para que me creyeran”, ha declarado.
EL AMIGO DE LA VÍCTIMA CONFIRMA LA AGRESIÓN
Por su parte, el amigo que acompañaba a la víctima la noche de los hechos ha corroborado que el acusado agredió al joven después de recriminarle que hablara con su mujer. “Me dijo a mí que me iba a saludar y a él no porque ‘era un mierdas'”, ha explicado. Cuando la víctima le preguntó por qué le hablaba así, el acusado habló de que su pareja “le estaba poniendo los cuernos” con él.
Este testigo ha mantenido que el acusado propinó un puñetazo a su amigo en la sien –según su versión, llevaba una cadena enrollada en la mano a modo de puño americano–, que el agredido cayó desplomado al suelo y que entonces el procesado le pisó la cabeza con fuerza. Según ha indicado, el acusado iba descalzo.
Según el testigo, su amigo “no pudo defenderse” porque el puñetazo fue del todo imprevisto y después quedó inconsciente en el suelo y ya no volvió a levantarse. “Sangraba mucho” por la nariz, boca y por un lado de la cabeza. Mientras, el acusado y sus acompañantes “cogieron el coche y se dieron a la fuga”.
La presidenta del Tribunal ha tenido que paralizar el juicio durante unos minutos cuando el testigo ha roto a llorar al recordar este episodio.
EL TÍO DEL PROCESADO NO CORROBORA LA VERSIÓN DE LA DEFENSA
Mientras, el tío del procesado no ha corroborado la versión del acusado sobre el supuesto enfrentamiento con el testigo. El hombre ha negado que se enzarzara en una pelea con el otro chico y que su sobrino tuviera que separarles, como ha afirmado el acusado.
En lugar de ello, ha indicado que él y el amigo de la víctima se apartaron para hablar y que, estando de espaldas al acusado y la víctima, el chico le avisó de que había ocurrido algo. Cuando se giró, “el chico ya estaba en el suelo”. El hombre asumió que su sobrino le había agredido y se apresuró a llevárselo en coche.
Por último, la mujer del acusado sí ha confirmado la versión del acusado: que su esposo intentó separar a la víctima y a su tío y que en ese forcejeo le dio un golpe accidental. La mujer ha dicho que el tío del acusado les “obligó” a subirse al coche “a empujones” y dijo: “Vámonos de aquí que lo hemos matado, está muerto”.
La mujer ha indicado que, antes del incidente, a su esposo le habían llegado “rumores” sobre su relación previa con la víctima. “Pero yo se lo negué hasta el último momento que lo confesé”, ha precisado. Se lo contó después de la agresión en Calas de Mallorca.
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