MADRID, 15 (EUROPA PRESS)
La presidenta de la FELGTBI+, Uge Sangil, ha advertido que el trabajo del moviento no acaba este jueves 16 de febrero cuando previsiblemente este jueves se apruebe definitivamente la Ley Trans en el Congreso, y que tendrán que “estar pendientes” de la “formación y los protocolos” se pongan en marcha y de que “se adecuen” las aplicaciones para que, por ejemplo, alguien que viven en Salamanca “donde reina la ultraderecha” pueda hacer su cambio registral en cualquier otra parte del país y sin coste, como recoge la norma.
“La magia no existe”, bromea la presidenta de la FELGTBI+ en una entrevista con Europa Press. Del mismo modo, seguirán preocupados por la situación de las personas del colectivo que, según ha explicado, durante esta tramitación ha tenido “mucho sufrimiento” por las situaciones que ha causado el debate público. “A algunos les ha costado la vida, en otros casos ha habido intentos autolíticos”, ha asegurado.
Sangil, una de las caras más visibles en la lucha por la aprobación de la Ley Trans, ha defendido el texto de las críticas que ha recibido, especialmente de aquellas que señalan que será perjudicial para los menores y aclara que esta ley “no obliga” a los niños “no ha usar bloqueadores, ni a hormonarse”.
Algunas de las posturas más críticas con esta norma, incluyendo a parte del PSOE, han mostrado su rechazo a que los menores puedan solicitar el cambio registrar de nombre o del sexo en el Registro Civil y han reclamado un cambio en su redacción alegando que se busca una “mayor protección de la infancia trans”.
Para Sangil, esta postura no es más que “un bulo” entre “los muchos” que se han dicho sobre una ley que permitirá la autodeterminación de género sin condiciones a los menores de 16 y 17 años; a los de 14 y 15 años con la comparecencia de sus padres o tutores; y a los de 12 y 13 años con autorización judicial. Los menores de 12 años, además, podrán realizar el cambio registral y en el DNI solo de nombre, pero no de sexo.
“Esta ley no obliga a los menores a hormonarse porque la ley no habla de eso”, ha respondido la presidenta de la FELGTBI+, quien ha recordado que se trata de un tema médico y, por tanto, las competencias sobre un posible tratamiento corresponderían a las comunidades autónomas. De hecho, ha explicado en una entrevista a Europa Press, que las leyes aprobadas en la mayoría de autonomías trans son las que tratan este tema y llevan en vigor años.
En estos texto, según ha indicado, tampoco se obliga a la infancia trans “ni a usar bloqueadores ni ha hormonarse”, sino que “se les hace un acompañamiento” en su proceso de auto asignación. Y es que, según ha explicado Sangil, “uno en su identidad conforma también su cuerpo”, es decir, que no todas las personas trans quieren quitarse los genitales o hormonarse.
Para la FELGTBI+, el hecho de que la autodeterminación de las personas trans no incluya a todos los menores es una de los temas que “se han quedado fuera” del texto que reclamaba el colectivo.
En este sentido, Sangil le da a la ley un “notable”, sabiendo que “no es suficiente” porque, además de esta medida sobe menores, tampoco se ha incluido a las personas no binarias o no se ha ahondado en las personas intersexuales.
PERSONAS NO BINARIAS
Preguntada sobre si era difícil incluir a las personas no binarias en la ley, Sangil asegura que no y que es algo relativo a la “voluntad política”. De hecho, ha explicado que en el primer borrador de la ley se incluía un artículo que recogía que en el periodo de un año tras la aprobación de la ley se estudiarían las necesidades y reivindicaciones de las personas no binarias. Sin embargo, se eliminó.
“¿Costaba tanto quitar del DNI el sexo de todos. Si no pone macho o hembra pasa algo?”, se ha preguntado la activista, quien ha señalado que “con el DNI no se hacen las estadísticas”.
Por el contrario, Sangil destaca que esta norma incluya la filiación de los hijos “para las lesbianas, mujeres bisexuales y personas gestantes” y, a su juicio, “esa palabra” también es “importantísima” porque “abre un mundo nuevo, a una generación nueva con una estructura social nueva” en la que “va a haber hombres trans que puedan tener hijos, hijas o hijes”. “Que ya los hay, que no es una realidad que de repente surja. Pero ahora se van a poder aprovechar de la reproducción asistida y filiar”, ha apuntado.
EL ‘BORRADO DE LAS MUJERES’: “UN FAKE”
La existencia de las personas trans desde “siempre”, es también el argumento de la activista para rebatir el “fake” que difunden los críticos de la ley sobre que estas medidas ‘borran’ a las mujeres. “Las personas trans siempre han existido y no han borrado a las mujeres”, ha declarado, antes de señalar que, además, “las mujeres trans son mujeres y van a tener los mismos derechos”.
Sangil ha indicado que, si una mujer trans es víctima de violencia de género, seguirá los protocolos que existan para las víctimas de esta lacra, al igual que cualquier otra mujer. Es decir, que el hecho de que “las mujeres trans puedan acceder a estos derechos, no supone que les vayan a quitar los derechos a las mujeres”.
También ha respondido a quienes alertan de las consecuencias de que un hombre maltratador declare sentirse mujer tras un suceso machista. En este caso, Sangil señala que la ley recoge que se le juzgará y cumplirá su condena según el género que tenía en el momento de cometer el delito.
LA OPOSICIÓN DE PARTE DEL PSOE
Sangil fue una de las encargadas de negociar en La Moncloa desde un inicio algunos de los artículos decisivos para que el texto fuese aceptado por el Gobierno y, en concreto, por la entonces vicepresidenta del Ejecutivo y exministra de Igualdad, Carmen Calvo, que siempre ha mostrado crítica con esta norma. De hecho, se abstuvo en su votación en el Congreso.
Para Sangil, la dirigente socialista “ha minado mucho el pensamiento de las mujeres y hombres del PSOE” y, además, “lo ha minado con mentiras”. A su juicio, Calvo ha mostrado en este proceso de tramitación una “doble identidad”. “Nos mentía a nosotros y mentía a los miembros del partido”, ha asegurado.
Sangil ha explicado que en su negociación en La Moncloa, Calvo aseguraba estar preocupada por la seguridad jurídica para que el texto, cuando fuera llevado al Tribunal Constitucional por la oposición, no fuera declarada inconstitucional. Pero, para la activista, esa preocupación era mentira como, a su juicio, “lo ha demostrado votando, aunque absteníendose, en contra de la ley”.
No es el único ‘rechazo’ que el colectivo ha sufrido desde la política. Durante el debate de la ley en el Senado, el PP recibió el reproche de la ministra de Igualdad, Irene Montero, después de que sus miembros se “burlaran” al escucharla usar el término “vosotres”.
“Fue duro escucharlo”, ha reconocido Sangil sobre las risas en la Cámara alta. “Yo tengo una coraza, pero es que te dan ganas de gritarles. Es tu necesidad de defenderte”, ha apuntado, para señalar que, al estar en el Parlamento, tanto ella como otros representantes de organizaciones presentes tuvieron que “escuchar y callar”.
Del mismo modo, han tenido en contra a parte del movimiento feminista, aunque Sangil ha aclarado en este punto que esta actitud “no es de todo el feminismo, ni de todos los feminismos”. De hecho, ha apuntado que, lo que más le ha dolido durante el periodo de tramitación es que los críticos con la ley hayan buscado una “ruptura” entre el colectivo LGTBI y las feministas. “Siempre hemos ido de la mano”, ha apuntado. Aunque, a su juicio, esta ruptura no se ha conseguido.
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