CÓRDOBA, 15 (EUROPA PRESS)
La Comisión de Patrimonio de la Delegación de Turismo, Cultura y Deporte en Córdoba, presidida por el delegado del ramo, Eduardo Lucena, ha informado favorablemente sobre el proyecto de rehabilitación de las fachadas exteriores del Convento de Santa Cruz, que dan a las calles Agustín Moreno y Valderrama.
Tal y como ha indicado la Junta de Andalucía en una nota, las obras propuestas de conservación y mantenimiento contemplan el picado de los paramentos y la aplicación de revestimiento de mortero de cal en dos capas, el raspado de pintura en los superiores, el saneado, limpieza, rejuntado y reposición de roturas de la cornisa, la instalación de canalones, la recolocación de bajantes de chapa pintada, la pintura de puertas, así como reparación de la rotura de una esquina con resanado y mortero de cal.
El Convento de Santa Cruz está declarado Bien de Interés Cultural (BIC) e inscrito en el Catálogo General del Patrimonio Histórico de Andalucía, con la tipología de monumento, y forma parte del Conjunto Histórico de Córdoba. El Plan Especial de Protección del Conjunto Histórico de Córdoba (Pepchc) lo cataloga como Monumento de La Ajerquía.
El Convento de Santa Cruz se sitúa en la zona sur de La Ajerquía, junto al Guadalquivir. Ocupa el interior de una manzana registrada por diversos adarves. En su entorno próximo destacan otros monumentos declarados BIC, como la iglesia de Santiago, la antigua Casa de los Caballeros de Santiago, la iglesia de San Pedro o la Casa de las Campanas, así como otros grandes edificios protegidos por el Pepch, como el Hospital de los Ríos o la Casa del Marqués de Benamejí. La zona ha conservado un buen número de viviendas de tipología tradicional, algunas también catalogadas.
FUNDACIÓN DEL SIGLO XV
El Convento de Santa Cruz proviene de una fundación del siglo XV del caballero Pedro Gutiérrez de los Ríos y su mujer Teresa Zurita, sobre sus casas de la colación de San Pedro. A lo largo del tiempo, la propiedad del convento ha ido incorporando diversas casas limítrofes, hasta ocupar casi toda la manzana con unos 6.000 metros cuadrados. La construcción responde a diversas épocas, del mudéjar al barroco.
El conjunto se organiza a partir del núcleo formado por el templo y claustro, reconociéndose todavía la estructura de las distintas casas que fueron incorporándose. El interés del Convento radica en su valor histórico y arquitectónico y los bienes muebles que alberga, así como en los datos que aporta de la arquitectura doméstica entre los siglos XV al XVIII.
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