El 51% de los pacientes tenía una predisposición genética al cáncer infantil
BARCELONA, 14 (EUROPA PRESS)
La consulta de oncogenética pediátrica del Hospital Vall d’Hebron de Barcelona ha atendido un total de 156 pacientes con una edad media de diez años y a sus familias y ha llevado a cabo más de 500 visitas desde su puesta en funcionamiento en 2017, ha explicado en rueda de prensa este lunes el jefe del Servicio de oncología y hematología pediátrica del hospital, Lucas Moreno.
Se trata de una unidad dirigida a optimizar el diagnóstico y el seguimiento médico de los pacientes pediátricos con predisposición genética a sufrir cáncer, tanto de ellos como de sus familias: un 10% de los casos de cáncer infantil se pueden vincular a causas hereditarias al presentar una neoplasia relacionada con síndromes de predisposición a la enfermedad.
Desde hace cinco años la unidad atiende a pacientes pediátricos que ya sufren un cáncer del que se sospecha que pueda ser hereditario y otros que no están enfermos pero de los que hay indicios para pensar que existe una predisposición genética, ya sea por antecedentes familiares como por presentar ciertos rasgos físicos o síntomas que pueden ser indicadores.
De los 156 pacientes pediátricos que han atendido en la consulta de oncogenética, 90 han requerido un estudio genético y a un total de 46 pacientes pediátricos se les ha identificado una predisposición genética a cáncer infantil, es decir, un 51%, ha concretado Moreno.
La pediatra formada en genética clínca de la unidad Anna Maria Cueto-González ha explicado que tratan de buscar pequeñas variaciones físicas y malformaciones que sirvan de “pistas” para orientar a qué gen tienen que dirigir la terapia para tratar el tumor y ha remarcado que, con este proceso, no solo se diagnostica al paciente sino que también puede servir para tratar a la familia.
Para la asesora genética del servicio Estela Carrasco, el éxito de un estudio genético como el que llevan a cabo en la unidad es su “máxima expansión” a los familiares del paciente, es decir, que la observación panorámica que realizan de la genética familiar y de los antecedentes de cáncer del paciente sirvan para disponer de una información integral con la que desplegar el tratamiento más adecuado.
CIRCUITO
Los pacientes que puedan tener un cáncer hereditario o predisposición genética para desarrollarlo son derivados desde otros servicios de Vall d’Hebron, otros hospitales y ambulatorios para que la unidad pueda analizar el tipo de tumor que tiene el enfermo, realizar un estudio genético del mismo y el análisis del árbol genealógico del menor a la búsqueda de algún antecedente que pueda ayudar en el diagnóstico.
Llevan a cabo una exploración completa del paciente y analizan con detalle aspectos como la distancia entre los ojos, la implantación de las orejas, las características de las líneas palmares y la existencia de macrocefalia, entre otrass características que pueden orientar hacia una entidad sindrómica específica.
Para la oncóloga del Servicio y responsable del Programa de cáncer familiar del hospital, Judith Balmaña, el objetivo de tratar a toda la familia en lugar de únicamente al menor con predisposición genética o cáncer es poder hacer recomendaciones para una detección precoz, gestionar el impacto psicológico ante un diagnóstico, recomendar medidas de prevención y ofrecer asesoramiento reproductivo, entre otros.
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