VALÈNCIA, 14 (EUROPA PRESS)
Voluntarios de la fundación Juntos por la Vida han partido este martes, cuando se cumple un año de la invasión rusa, a las ciudades ucranianas de Irpín y Bucha en una furgoneta para llevar ayuda dirigida especialmente para combatir el frío y la falta de energía e impulsar otros proyectos, además de trasladar ayuda humanitaria.
Un largo viaje de más de 3.000 kilómetros en el que tras dos días llegarán a la frontera con Polonia y desde allí se dirigirán a Ucrania para distribuir la ayuda. Actualmente, el frío y el aislamiento son las mayores preocupaciones en el país.
La furgoneta en la que viajan los voluntarios lleva el primer punto móvil de energía que destinan a Ucrania. Ofrecerá acceso a internet por satélite, puntos de carga de móvil, dos puntos de calefacción y bebidas calientes.
Itinerará por los barrios más periféricos de las ciudades de Irpín y Bucha, dando servicio y conexión a personas que sufren del aislamiento, las bajas temperaturas y los constantes cortes de electricidad.
Se trata de un prototipo de equipo de energía móvil del que la ONG valenciana tiene intención de enviar más porque hay mucha necesidad. “Llevamos un dispositivo que se conectara y dará acceso hasta 600 dispositivos móviles de internet, especialmente para personas que viven en las zonas más aisladas no pueden comunicarse”, explica la presidenta de la fundación, Clara Arnal.
Además de energía móvil, la expedición lleva calefacción interior y exterior y café para que la población pueda tomarse algo caliente con los voluntarios, porque “también es importante la socialización para la salud emocional”.
Paralelamente, Juntos por la Vida ha distribuido más de 300 estufas de leña, de las que durante el viaje entregará más, y ha enviado 90 grupos electrógenos para familias y algunos hospitales y centros públicos.
Las estufas y los generadores eléctricos proporcionan energía y calor en viviendas a muchas familias necesitadas que viven en zonas donde la guerra ha destruido el suministro por los ataques contra infraestructuras energéticas de todo el país. El frío invierno, con temperaturas de -20 grados, y la escasez de medios y recursos hacen “mas necesaria que nunca” esta ayuda.
Desde que comenzó la guerra, esta fundación ha trabajado en evacuación y traslado de refugiados y en ayuda humanitaria y de emergencia. Actualmente continúa en otros proyectos en varias ciudades que visitarán durante esos días. El grupo de voluntarios permanecerá en Ucrania hasta el 26 de febrero.
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