El proyecto es aprobado en primera lectura por parte del Comité de Constitución, Ley y Justicia de la Knesset
MADRID, 13 (EUROPA PRESS)
Decenas de miles de personas han participado este lunes en una serie de manifestaciones contra el proyecto de reforma del sistema judicial presentado por el Gobierno de Israel, incluidas cerca de 60.000 que se han concentrado en los alrededores de la sede del Parlamento.
Según las informaciones recogidas por el diario ‘The Times of Israel’, la concentración frente a la Knesset se extiende más allá de la sede del Tribunal Supremo, mientras que las principales carreteras de entrada a Jerusalén presentan atascos por la gran cantidad de vehículos con manifestantes intentando llegar a la ciudad.
El ex primer ministro israelí Yair Lapid se ha dirigido a los presentes, a los que ha dicho que “no permanecerán en silencio”. “No estaremos en silencio mientras destruyen todo lo que es valioso y sagrado para nosotros”, ha dicho.
“Nos escuchan y de pronto descubren que no estamos dispuestos a jugar al juego que planean. No estamos aquí sólo para pagar impuestos”, ha señalado. “Si continúan con esta locura, que no nos hablen de unidad. No hay unidad cuando sólo una parte hace las normas”, ha recalcado.
Asimismo, ha indicado que la voz que surge de las protestas “no es la del agotamiento, sino la de la esperanza”. “Pueblo de Israel, lucharemos en las calles, lucharemos hasta ganar”, ha remachado el ex primer ministro, quien fue sucedido en enero por Benjamin Netanyahu.
En esta línea se ha expresado el exministro de Defensa y actual líder del partido Unidad Nacional, Benjamin Gantz, quien ha dado las gracias a los manifestantes por salir a las calles en “estos días clave para la democracia de Israel”.
Gantz se ha dirigido a Netanyahu para trasladarle que “por el hecho de tener la mayoría no tiene autoridad para hacer lo que quiera”. “Es lo mismo que si fuera un conductor de autobús. No tiene derecho a establecer las normas de tráfico”, ha argumentado.
“No estamos dispuestos a poner en peligro la democracia de Israel”, ha manifestado, antes de pedir “una discusión” para abordar la situación. “No habrá discusión hasta que no se detenga esta locura”, ha reseñado, en medio de los esfuerzos de la coalición de Gobierno para impulsar la propuesta de ley en el Parlamento.
En esta línea, Gantz ha rechazado lo que describe como “una politización del sistema judicial”. “Esto es lo que protege a los ciudadanos y sus derechos civiles. No debemos permitir que sean dañados de ninguna forma. No se agoten. Continúen, continúen, continúen. No hay otra opción ni otro país”, ha recalcado.
A primera hora del día un grupo de manifestantes bloqueó brevemente la carretera que lleva al aeropuerto de Ben Gurión, en los alrededores de Tel Aviv, en el marco de las movilizaciones, mientras que miles de estudiantes y padres marcharon por las calles de la ciudad portando banderas israelíes y pancartas en las que se puede leer ‘Queremos democracia’ y ‘No hay educación sin democracia’.
Asimismo, otro grupo de manifestantes se han concentrado frente a la vivienda del ministro de Desarrollo de la Periferia, Neguev y Galila, Yitzhak Wasserlauf, quien es miembro del ultraderechista Otzma Yehudit.
La protesta frente a la vivienda de Wasserlauf ha sido convocada por el grupo Stop the Coup (Detengan el Golpe), quien ha denunciado que el Gobierno “ha declarado la guerra a la existencia de Israel como Estado democrático”, según ha informado el diario ‘The Times of Israel’.
En respuesta, el propio Wasserlauf ha resaltado a través de su cuenta en la red social Twitter que “las manifestaciones y los intentos de amenazarme sólo me refuerzan”. “Vinimos para poner en marcha reformas y seguiremos haciéndolo”, ha agregado.
PROCESO EN EL PARLAMENTO
La Policía ha cerrado las principales calles en los alrededores de la Knesset, donde el proyecto de reforma judicial ha sido aprobado a primera hora del día en primera lectura por parte del Comité de Constitución, Ley y Justicia.
La votación se ha saldado con nueve votos a favor y siete en contra, en medio de protestas de la oposición, tal y como ha recogido el diario ‘The Jerusalem Post’. La sesión ha arrancado con diputados opositores coreando “vergüenza” y “deshonra” por la propuesta.
Ante esta situación, el presidente del comité, Simcha Rothman, ha ordenado que los diputados opositores fueran expulsados por la fuerza por parte de los agentes de seguridad, una situación que ha derivado en interrupciones de los procedimientos durante cerca de media hora.
El presidente israelí, Isaac Herzog, pidió el domingo al Gobierno liderado por el primer ministro, Benjamin Netanyahu, integrado por varios partidos ultraderechistas y ultraortodoxos, suspender la tramitación parlamentaria de la reforma judicial y abrir un amplio debate nacional para lograr un consenso.
Herzog, cuyo cargo es fundamentalmente ceremonial, apuntó en un discurso a la nación que “esta no es una disputa política” sino que “estamos al borde de un derrumbe constitucional y social”. “Siento, todos sentimos, que estamos en el momento que precede a la confrontación, incluso a una confrontación violenta. El barril de pólvora está a punto de explosionar y el hermano levantará la mano contra el hermano”, advirtió.
El mandatario reconoció que la Knesset es el cuerpo legislativo electo y legítimo y que el Ejecutivo tiene la potestad de elaborar políticas de gobierno, si bien hizo hincapié en que “tiene que haber controles y equilibrio para que el Tribunal Supremo sea garante de Israel y su sociedad”.
La propuesta, planteada por el ministro de Justicia, Yariv Levin, y respaldada por Netanyahu, daría al Gobierno control total sobre el nombramiento de jueces, incluidos los del Tribunal Supremo, y limitaría en gran medida la capacidad del tribunal de anular legislación que viole la Constitución, al tiempo que permitiría al Parlamento modificar leyes que consiga anular con una mayoría simple de 61 de los 120 diputados.
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