Defiende la legalidad de la investigación y subraya que al joven “más le habría validado dedicarse a estudiar su carrera”
MADRID, 13 (EUROPA PRESS)
La Fiscalía ha asegurado que Francisco Nicolás Gómez Iglesias, conocido como ‘El Pequeño Nicolás’, era el “jefe” de los dos policías municipales acusados de conformar –junto al joven– un grupo criminal que accedía a información de carácter “confidencial” alojada en bases de datos policiales.
Así se ha pronunciado el Ministerio Público este lunes en la quinta sesión del juicio que se celebra en la Audiencia de Madrid contra Gómez Iglesias, dos policías municipales, un guardia civil y el que fuera coordinador de Seguridad del Ayuntamiento de Madrid. En este caso, el fiscal pide 9 años y 9 meses de prisión para ‘El Pequeño Nicolás’ y 8 años y 6 meses para los dos agentes municipales por presuntos delitos de integración en grupo criminal, revelación de secretos y cohecho, entre otros.
En concreto, acusa a Gómez Iglesias de facilitar a varios investigados matrículas de vehículos, líneas de teléfonos o números de identificación para que éstos –aprovechando su condición de agentes– accedieran a información y se la dieran a cambio de promesas y/o dinero.
En esta última sesión, ha defendido su escrito de acusación incial. “Quien inició, quien era el jefe de todos ellos, era indudablemente el señor Gómez Iglesias”, ha dicho para luego subrayar que al joven “más le habría validado dedicarse a estudiar su carrera y no a decir que era…”
Así, la Fiscalía ha hecho un repaso de la investigación que se llevó a cabo en octubre de 2014 sobre Gómez Iglesias: el aviso de la Secretaría de Estado de Seguridad a las autoridades policiales, los seguimientos, la toma de declaración del empresario Javier Martínez de la Hidalga, la detención de Francisco Nicolás, el registro en su domicilio y la extracción y volcado de los datos contenidos en los dispositivos electrónicos del joven.
FISCALÍA SE OPONE A LA NULIDAD DE LA INVESTIGACIÓN
Al hilo, ha defendido la legalidad de las actuaciones que se realizaron en el marco de este procedimiento. Y ha insistido en que “existe un auto que habilitó la entrada y registro para el esclarecimiento de los delitos” que indiciariamente se le atribuyeron al joven. Así, ha mostrado su oposición al argumento de las defensas de que el auto que dio lugar a la investigación es nulo.
Sobre la declaración de ‘El Pequeño Nicolás’, que en su declaración denunció presuntas irregularidades cometidas durante su detención y su interrogatorio en sede policial, el fiscal ha incidido en que es un elemento que el joven no había mencionado en ninguno de sus juicios anteriores, que tienen como origen la misma investigación.
“Nada conocíamos de la supuesta situación irregular de la obtención del PIN”, ha dicho, al tiempo que ha subrayado que para este juicio la defensa no ha llamado a declarar a la letrada que le asistió en instancias policiales ni preguntó por dichos hechos a los policías que han comparecido ante el tribunal.
“NECESITO MATRÍCULA”
Al margen, ha defendido también la cadena de custodia de los dispositivos y bienes incautados durante la entrada y registro en casa de Gómez Iglesias. “Se puede trazar. En todo momento están bajo protección policial. Hubo control judicial en todo momento”, ha añadido.
A su vez, el fiscal ha dedicado parte de su intervención a leer los mensajes de Whatsapp que atribuye a ‘El Pequeño Nicolás’ y a los agentes municipales acusados toda vez que “no han querido contestar –durante el juicio– sobre todo lo que era objeto de acusación”. En los interrogatorios, los procesados optaron por no responder a las preguntas relativas a dichos mensajes porque sus abogados impugnaron el contenido de estas comunicaciones al considerar que se vulneró la cadena de custodia del móvil del que se extrayeron.
El representante del Ministerio Público ha incidido en su hipótesis de que Gómez Iglesias proporcionaba matrículas a los policías para reclamarles información a cambio de promesas y/o dinero. A su juicio, de los mensajes queda claro que es “indudable que no era un divertimento”.
“Llámame, porfa. Necesito matrícula. Cinco minutos después se produce la consulta”, ha relatado al tiempo que ha recordado que los mensajes se producen desde agosto de 2014 hasta octubre de ese año, cuando las autoridades detuvieron a ‘El Pequeño Nicolás’.
Asimismo, el fiscal ha dado por probado que el que fuera coordinador de Seguridad del Ayuntamiento de Madrid también le facilitó información al joven después de que éste le dijese que le estaban siguiendo.
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