MADRID, 08 (SERVIMEDIA)
El Senado dio luz verde este miércoles a la conocida como ‘Ley trans’, que deberá volver al Congreso de los Diputados para su ratificación definitiva al haberse incorporado al texto varias “modificaciones por errores técnicos y de índole gramatical”.
Lo hizo por 144 votos a favor, 108 votos en contra y 2 abstenciones.
El debate comenzó con la presentación del dictamen aprobado la semana pasada en la Comisión de Igualdad por parte de la presidenta de ésta, Micaela Navarro (PSOE), quien recordó que se presentaron 249 enmiendas y dos propuestas de veto al texto, que no fueron apoyados por la mayoría de la Cámara.
También informó de que, a instancias de los letrados del Senado, se añadieron “modificaciones por errores técnicos y de índole gramatical al texto” que provocarán que el texto tenga que volver al Congreso para su ratificación definitiva. Esos cambios suponen modificar una palabra por otra en un artículo y la eliminación de la posibilidad de que los funcionarios de carrera se cojan una excedencia por “violencia intragénero”.
POSICIÓN DE PORTAVOCES
El texto tuvo que ser defendido por hasta tres senadores del PSOE en los distintos momentos del debate al carecer Podemos de senadores. En el turno de los portavoces, la senadora socialista Donelia Roldán arguyó que la ley cumple con el compromiso expresado por su partido en sus últimos congresos federales de aprobar una norma de esta índole a nivel estatal.
En ese sentido, utilizó su intervención para evidenciar las contradicciones del PP, al que acusó de respaldar normas análogas en las comunidades autónomas y de no hacer lo propio con una norma de ámbito estatal.
Esto le sirvió para acusar a los populares de “aprovechar el ruido de pensamientos distintos” para “subirse a un carro del que se bajarán en dos días”, lo que le permitió refrendar que “las mujeres feministas socialistas hemos defendido siempre, siempre, los derechos de las personas Lgtbi y trans, y lo seguiremos haciendo”.
Patricia Rodríguez (PP) expuso que su partido “hoy está donde tiene que estar” y deslizó “qué difícil lo tienen que tener los socialistas de siempre para simpatizar con los postulados sanchistas”, que se concretan en una ley que es “un ataque directo al movimiento feminista, que propugna el borrado de las mujeres”.
Defendió que “las mujeres y los hombres del PP no somos tránsfobos, queremos trabajar para la igualdad efectiva de las personas trans y para garantizar sus derechos”, y rehusó sumarse a un texto con “gran sesgo ideológico”, que se ha aprobado “sin escuchar a nadie y sin tener en cuenta los informes de los órganos consultivos”.
A pesar de su oposición a la norma, lanzó un guante al PSOE para que “paren la norma” y “consensuemos medidas” que garanticen los derechos de la comunidad Lgtbi y de las personas trans “desde la prudencia y la sensatez”.
Por su parte, Elisenda Pérez (ERC) comentó que “vamos tarde, demasiado tarde, porque hemos perdido a mucha gente por el camino” y lamentó que el PSOE se “acompleje” ante una derecha “ultra” y “manipuladora”. No obstante, mostró el respaldo de su grupo a la norma con la confianza de que “de aquí a final de la legislatura sigamos llevando a cabo bonitas equivocaciones como ésta”.
María Dolores Etxano (PNV) reafirmó el deseo de su grupo de que haya una ley que “refleje los derechos” de este colectivo y censuró a quien habla de “borrado de las mujeres” con su aprobación, mientras que María Teresa Rivero (Junts) celebró que “cuando se apruebe esta ley el mundo será un poquito más justo”.
Koldo Martínez (Geroa Bai) mostró sus dudas respecto a que la ley no sea garantista con los menores trans, Miguel Sánchez (Ciudadanos) rechazó apoyar la norma por la celeridad de su tramitación, y Yolanda Merelo (Vox) acusó al Gobierno de “imponer en el BOE una ideología que provocará daños irreversibles a las personas que pretenden proteger”, pertenecientes al colectivo Lgtbi, al que calificó como un “’lobby para influir en los gobiernos a cambio de dinero”.
ENMIENDAS
En el turno de enmiendas, Koldo Martínez defendió la necesidad de incorporar al texto la creación de “equipos multidisciplinares que, sin estigmatizar, ayuden y acompañen” a los menores trans en la toma de decisiones, mientras que María Teresa Rivero destacó la importancia de recoger el pleno reconocimiento de la identidad sexual más allá de la mención al sexo y de incorporar la definición de las personas asexuales.
Elisenda Pérez lamentó que sus enmiendas, centradas en cuestiones como el deporte o el cumplimiento de las recomendaciones de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, hayan causado “ira” y “sorpresa”, María Dolores Etxano pidió incluir una “salvaguarda competencial” para las comunidades que tienen una ley propia sobre esta cuestión.
El socialista Francisco Díaz defendió el rechazo a las enmiendas presentadas, y lo hizo atacando al PP, al que censuró que “vive atrapado en el túnel del tiempo” y les afeó que “han perdido la oportunidad de explicar por qué siempre se oponen a que en este país haya más derechos, más libertades y más oportunidades”.
Auguró que cuando el PP vuelva a gobernar “no tocarán ninguno de los avances” legislativos aprobados por este gobierno, y comentó que España, con esta ley, vuelve a ser pionero, haciendo compatibles los derechos Lgtbi con los de las mujeres, liderando iniciativas ejemplares para la UE”.
VETOS
En la defensa de su veto, Yolanda Merelo (Vox) consideró la ley un “auténtico despropósito”, porque “parte de una premisa falsa”, ya que “en España no hay leyes que discriminen por razón de sexo” y “busca solucionar un problema inventado de forma errónea”.
También adujo que “no ayudan a unas personas”, sino que “destrozan una forma de entender la vida, el cuerpo, el ser humano”, y aseveró que la norma “tiene visos de inconstitucionalidad por ser una chapuza jurídica”.
En la defensa del suyo, Jaime Miguel de los Santos González (PP) defendió los avances en igualdad de sus partidos, denunció que la norma “pretende borrar a las mujeres” y aprovechó para sacar a colación la ley del ‘sólo sí es sí’ para afirmar que desde su aprobación “405 depredadores sexuales han visto aminoradas sus penas”.
A su vez, dijo que la norma “pone en peligro a las víctimas de violencia de género, algo que no les importa en absoluto, como ha quedado en evidencia con la ley del ‘sólo sí es sí’”.
Culminó su intervención dejando caer que “la ultraizquierda imita a los modelos fascistas y la ciudad donde se producen más tránsitos: Teherán, el país de los ayatolás”.
La socialista Ana María Agudíez argumentó el rechazo a los vetos planteados por el PP y Vox. De este último deploró que se compone de “14 páginas del horror” con el que la formación de extrema derecha busca “sembrar la semilla del odio en la sociedad”.
Por último, consideró una “contradicción” el veto del PP, cuando hay comunidades gobernadas por este partido que cuentan con sus propias leyes trans.
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