MADRID, 07 (SERVIMEDIA)
El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, se desmarcó este martes del reciente cese del jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Melilla, y señaló que el Gobierno “respeta y respalda las decisiones que adoptan las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en su ámbito, en su materia operativa y organizativa”.
Así lo declaró durante la sesión de control al Gobierno en el Senado, en respuesta a la pregunta del senador de Ciudadanos Miguel Sánchez López, que le pidió una explicación por el reciente cese del jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Melilla, el coronel Jesús Vicente Torresano.
Su cese se produjo a finales de enero, tres meses después de su nombramiento para el cargo en la ciudad autónoma, y su breve mandato se vio salpicado por la polémica desatada por las investigaciones periodísticas y de la Fiscalía sobre el trágico salto a la valla que se produjo el 24 de junio de 2022, en el que, según las cifras oficiales, perdieron la vida 23 personas.
Grande-Marlaska aseguró que “el Gobierno no solo respeta, sino que respeta y respalda las decisiones que adoptan las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en su ámbito, en su materia operativa y organizativa”.
En la misma línea, el titular de Interior esgrimió “la cadena de mando” y añadió que “quien nombró a la persona a la que usted hace referencia a un puesto en un momento dado entendió que quizás su destino óptimo y más objetivo para la eficacia y eficiencia debía ser otro”.
CADENA DE MANDO
El senador de Cs alegó ante la respuesta de Grande-Marlaska que “el vértice, la cúpula de la cadena de mando, si no me equivoco, es usted”, y pidió hablar “no como político, sino como jurista y como hijo de guardia civil, que un día a usted le admiró” para decir al ministro que “quienes nos sentimos parte del Benemérito Instituto tenemos motivos suficientes para estar defraudados con usted, por su acercamiento de etarras al País Vasco” o por “su negativa a meter en cintura a quienes homenajean a los terroristas” o por “una negligente actuación en el caso del yihadista de Algeciras, cuya expulsión nunca se llegó a pedir”.
En la misma línea, Miguel Sánchez López acusó al ministro de “trato arbitrario y despótico a los servidores públicos que, desgraciadamente, operan bajo su mando”, y agregó que “lo vimos con el coronel Pérez de los Cobos, al que fulminó”, y esgrimió que al coronel Torresano “le ha cortado usted la cabeza solo dos meses después de haberlo nombrado”.
Además, dijo, “lo único que sabemos, lo único que se ha filtrado es que el coronel Torresano se habría negado a abrir expediente a algunos agentes por la tragedia ocurrida el pasado verano en Melilla”.
JUEZ CONTRA ETA
El ministro del Interior, en la contrarréplica, espetó al senador de Cs que le hablaba “como político y puedo hablarle como ministro del Interior, como juez que luchó con la Guardia Civil contra la organización terrorista ETA, contra el yihadismo, que estuve muchas noches haciendo entradas y registros con ellos trabajando, lo cual era mi deber, y no lo estoy vendiendo, ni lo he vendido nunca”.
Y en la misma línea le dijo que “podía hablarle también luchando contra las organizaciones criminales y le podría hablar como vasco y lo que representaba el ser vasco en los años 80, en los años 90 y en los años 2000”.
Pero, no obstante, el titular de Interior le refirió que “evidentemente, cuando objetivamente se ha perdido la confianza en alguien he decidido acordar su destitución”, y añadió que “en este caso la cadena de mando, la pérdida de confianza, son otros mandos quienes objetivamente determinan y consignan que entienden que este señor, este coronel, quizá preste servicio con mayor eficacia y eficiencia en otro destino, y evidentemente lo respeto y lo respaldo”.
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