MADRID, 6 (EUROPA PRESS)
La misión de la ONU en Malí (MINUSMA) ha “lamentado profundamente” la expulsión de su responsable para temas de Derechos Humanos, Guillaume Ngefa, y ha defendido su compromiso para seguir trabajando de manera “imparcial” en el país africano, en respuesta a las críticas de la junta militar.
El Gobierno atribuye a Ngefa actividades “desestabilizadoras y subversivas”, entre ellas dar voz a supuestos representantes de la sociedad civil que alimentan visiones “engañosas” de lo que estaría ocurriendo en un país cada vez más cercano a la órbita de Rusia.
La MINUSMA ha subrayado este lunes en un comunicado que la protección de los Derechos Humanos “es un componente importante en los esfuerzos de estabilización” de Malí y ha ofrecido “una colaboración abierta y transparente” con la junta que lidera Assimi Goita.
Más contundente en sus críticas se ha mostrado el Gobierno de Francia, cada vez más distanciado del de Malí. Ha reclamado a las autoridades del país africano que respeten el mandato de la misión internacional de forma “integral”, lo que incluye también la vigilancia de los Derechos Humanos.
Según París, esta supervisión ha sacado a la luz “violaciones graves” atribuibles a “grupos terrroristas” y a “mercenarios” del Grupo Wagner, una red afín al Kremlin que ha tratado de ocupar el terreno dejado por los contingentes militares internacionales, cada vez más recelosos de Bamako.
La MINUSMA tiene desplegados ‘cascos azules’ en el país desde 2013, si bien las relaciones se han deteriorado a raíz de los golpes de Estado liderados por Goita en agosto de 2020 y julio de 2021 y los aplazamientos por parte de la junta a la hora de fijar un calendario electoral para una transición democrática.
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