MADRID, 2 (EUROPA PRESS)
Un tribunal de Reino Unido ha condenado este jueves a un antiguo militar británico por matar a un hombre en un puesto de control de Irlanda del Norte en 1988, en pleno conflicto armado, en una sentencia inédita desde la firma de los Acuerdos de Viernes Santo que supusieron la paz para el Úlster en 1998.
El acusado, David Holden, ha recibido una pena de tres años de cárcel –aunque el juez la ha dejado en suspenso y no tendrá que ingresar en prisión– por la muerte de Aidan McAnespie, un joven de 23 años que fue alcanzado por la espalda por una bala que previamente había rebotado en la carretera cuando se dirigía a un partido de fútbol en Aughnacloy.
Cuando sucedieron los hechos, el 21 febrero de 1998, Holden tenía 18 años y era miembro de los Guardias Granaderos. Ese día se estrenaba como vigilante de un puesto de control, según la radiotelevisión pública británica BBC.
El acusado, que ya había sido declarado culpable en noviembre, alegó durante el proceso que tenía las manos húmedas y que apretó por error el gatillo, lo que dio pie a tres disparos. El juez, sin embargo, le acusó de mentir de forma “deliberada” y no se creyó su versión.
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