Subraya que el jefe de maquinistas que avisó del peligro era “una eminencia en la seguridad en Galicia” y “siguió el procedimiento”
SANTIAGO DE COMPOSTELA, 2 (EUROPA PRESS)
El primero de los tres peritos propuestos por el abogado del maquinista en el juicio por el accidente del tren Alvia, Miguel Yunquera, ha considerado que el procesado, Francisco Garzón, “no iba desatento a la conducción” aquel día, algo que ha sido cuestionado por la jueza.
“Yo considero que no iba desatento a la conducción”, ha afirmado en la parte final de un largo interrogatorio, todavía durante el turno de la abogada del Estado.
Entonces ha intervenido la jueza, Elena Fernández Currás, para señalar que el Alvia ya había pasado varias zonas neutras. “Pero no se van contando las zonas neutras”, le ha respondido este perito, maquinista y liberado sindical en el Semaf, cuya tesis es que Garzón sufrió una “pérdida de la conciencia situacional”.
De hecho, ha confesado que a él también le ocurrió algo similar, extremo por el que se han interesado varias partes. “A lo mejor duró tres o cuatro minutos, circulando a una velocidad reducida porque era un cercanías, no era alta velocidad”, ha explicado.
“Me está dando mucho miedo”, ha llegado a señalar la jueza. “Si sale desde Ourense y pasa por la cuarta zona neutra…”, ha agregado, a lo que Yunquera ha insistido en que, en su opinión, en esa línea faltaban medidas de seguridad y tampoco tenía “un elemento diferencial” que lo ubicase. “Es su opinión, yo ya llegaré a la mía”, ha resuelto Fernández Currás.
“NO HABÍA UN CLAMOR”
La jueza también ha interrumpido otro momento de un interrogatorio para preguntarle por cuál fue la actuación del Semaf cuando un jefe de maquinistas alertó sobre la peligrosidad de la curva de Angrois y este aviso “murió en Renfe”, en palabras de la propia abogada del Estado.
De las respuestas del compareciente, Elena Fernández Currás ha deducido que “no había un clamor” entonces entre los maquinistas, aunque Yunquera ha precisado que él no formaba parte de la organización a nivel central entonces y ha situado el conocimiento de la alerta por parte de maquinistas en el ámbito “local”.
En este sentido, este maquinista ha erigido a ese jefe de maquinistas en “una eminencia en la seguridad en Galicia” y ha subrayado que “denunció” lo que vio en los primeros viajes de la nueva línea. “Y pasó lo que pasó con su informe”, ha censurado.
“Si tu jefe ha escrito, ha seguido el procedimiento… que escriba un maquinista seguramente no hubiera servido de más. Esto no va al peso, va de notificar riesgos”, ha remarcado.
En otro punto, todavía ante la representante de Adif (Abogacía del Estado), el perito ha justificado los 100 segundos de la llamada entre el interventor y el maquinista, puesto que si se hubiese producido por ejemplo por haberse detectado un calentamiento iba a tener “una duración similar”.
“AUTODIDACTA”
Por su parte, el letrado que representa a Renfe ha expresado su sorpresa por la afirmación de que Garzón, a jucio del perito, fue “autodidacta” en la línea, al haber sido formado por una vía con condiciones diferentes a la que registró el descarrilamiento.
En representación de Allianz, la aseguradora de Adif, su abogado ha tildado de “irresponsabilidad” que el maquinista no avisase de que llevaba cuatro días con la habilitación caducada, pero el compareciente ha incidido en que, en su opinión, esto implica que debía haber recibido un “reciclaje” o más formación.
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