Mueren ocho personas en dos ataques perpetrados por supuestos miembros de las ADF, aliadas de Estado Islámico
MADRID, 1 (EUROPA PRESS)
El Ejército de República Democrática del Congo (RDC) y el grupo rebelde Movimiento 23 de Marzo (M23) han protagonizado este miércoles nuevos enfrentamientos en varios puntos de la provincia de Kivu Norte, situada en el este del país, en medio del incremento de los combates durante la última semana y a pesar del alto el fuego pactado en noviembre en una cumbre celebrada en la capital de Angola, Luanda.
Fuentes citadas por la emisora congoleña Radio Okapi han indicado que los combates están teniendo lugar en la localidad de Ndondo, situada cerca de Rusinga –controlada por los rebeldes– y ubicada en el territorio de Masisi. Asimismo, también hay enfrentamientos en Bambo, en el territorio de Rutshuru, sin que por el momento haya informaciones sobre víctimas.
El M23 afirmó a última hora del martes a través de su cuenta oficial en la red social Twitter que el Ejército congoleño y sus milicias aliadas habían llevado a cabo ataques con “artillería pesada” contra posiciones del grupo en Kilorirwe, Burungu, Kishise y Kitshanga. “Son zonas densamente pobladas. El M23 se defiende”, destacó, sin dar más detalles sobre la situación.
Las autoridades congoleñas, que han denunciado que el M23 no procedió a completar su repliegue en las fechas fijadas en la minicumbre de Luanda –en la que participaron los presidentes de RDC y Ruanda, Félix Tshisekedi y Paul Kagame, respectivamente–, han lanzado recientemente operaciones de seguridad contra el grupo rebelde, que durante los últimos días han logrado avances en Kivu Norte.
El M23 es un grupo rebelde formado principalmente por tutsis congoleños y que opera principalmente en la provincia de Kivu Norte. Tras un conflicto entre 2012 y 2013, RDC y el grupo firmaron en diciembre un acuerdo de paz. En dichos combates, el Ejército de RDC contó con apoyo de tropas de Naciones Unidas. El grupo lanzó una nueva ofensiva en octubre de 2022, recrudecida a partir de noviembre, lo que ha provocado una crisis diplomática entre RDC y Ruanda por su papel en el conflicto.
Ruanda ha acusado a RDC de apoyar a las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR) —un grupo armado rebelde fundado e integrado principalmente por hutus responsables del genocidio de 1994 en Ruanda– y de utilizar a las milicias mai-mai –milicias nacionalistas congoleñas formadas para defender su territorio tribal frente a los numerosos grupos rebeldes activos desde los noventa– en el marco del conflicto. Asimismo, ha denunciado discriminación y actos de odio contra la minoría tutsi en el país vecino.
NUEVO ATAQUE DE LAS ADF
Por otra parte, al menos ocho personas murieron en ataques ejecutados el martes por presuntos miembros de la milicia Fuerzas Democráticas Aliadas (ADF), que actúa bajo la bandera del grupo yihadista Estado Islámico en África Central (ISCA), contra varias localidades en la provincia de Ituri (este), según ha recogido el portal congoleño de noticias 7sur7.
El administrador del territorio de Mambasa, Jean-Baptiste Muyapangi, ha detallado que cuatro civiles fueron asesinados en la localidad de Masange, mientras que la organización no gubernamental Convención para el Respeto de los Derechos Humanos (CRDH) ha apuntado que otras cuatro murieron en una “emboscada” en Manzobe.
Las ADF, un grupo ugandés creado en la década de los noventa ha sido acusado de la matanza de cientos de civiles en esta zona del país. El grupo sufrió una escisión en 2019 después de que Musa Baluku –sancionado por Naciones Unidas y Estados Unidos– jurara lealtad al grupo yihadista, bajo cuya bandera actúa desde entonces.
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