MADRID, 31 (SERVIMEDIA)
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció este martes que su Ejecutivo va a elevar el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) un 8%, hasta situarse en los 1.080 euros por 14 pagas con efecto retroactivo desde el pasado 1 de enero, con lo que alcanza el “compromiso” de situarlo en el 60% del salario medio en España, dentro de su intervención en el Senado en la que potenció su perfil de izquierdas: “No vamos a permitir que derechos se conviertan en mercancías”, alertó.
“Nuestra lucha por mejorar las condiciones de los trabajadores y el reparto más justo de los beneficios empresariales” va a continuar, expresó el presidente antes de anunciar el incremento del SMI y tras afear a las empresas que obtienen beneficios millonarios, aumentan lo bonus del Consejo de Administración pero no incrementan “ni un céntimo a sus empleados”.
Así lo dijo en su comparecencia en la Cámara Alta en la que arremetió contra los “profetas del apocalipsis” y aseveró que van a seguir aprobando medidas que refuercen el Estado del bienestar”, hasta el punto de que, en clave electoral, lanzó el mensaje a los ciudadanos de que “a final de año” deberán elegir entre su opción “de continuar avanzando” o los que “quieren retroceder”.
En este sentido, señaló que en estas últimas semanas se han visto manifestaciones en alguna plaza de Madrid, donde “la derecha y la ultraderecha se han dedicado a decir que existe un plan oculto para derrocar la democracia y convertir España en una dictadura colectivista bolivariana”.
“Esto es un disparate grotesco que acaso funcione en una tribuna de un grupo de fans muy recalentados, pero que fuera de ese escenario solo provoca hilaridad”, porque “ese plan antidemocrático no existe, mejor dicho, solo existe en la fantasía de sus propagadores”, sostuvo el presidente del Gobierno.
Acto seguido, Sánchez aseveró que “aquí no hay planes ocultos sino democracia plena” y criticó que la derecha aspira a tener el “monopolio” de la palabra ‘España’ cuando desde el Ejecutivo se trabaja “por defender a España” y ello, también, pasa porque “las grandes empresas pagan lo que les corresponde” y fortalecer el Estado del bienestar.
Precisamente, el jefe del Ejecutivo arremetió en varios momentos contra la privatización de los servicios y con los beneficios empresariales hasta el punto que él mismo se defendió de no estar haciendo un “discurso antiempresarial” sino de fortalecer el Estado del bienestar, lo que le llevó a una pedagogía del pago de impuestos frente a los gobiernos que pregonan bajadas de impuestos y esconde “plan para debilitar y socavar el Estado del bienestar”.
Al inicio de su intervención, solicitada para dar cuenta de la medidas tomadas para paliar las consecuencias de la guerra en Ucrania, Sánchez aseguró que 2023 será un año en el que “la inflación seguirá bajando”. Pero, alertó, “ni autocomplacencia ni catastrofismo, prudencia y respuesta desde lo social al impacto de la guerra” porque son desde el Ejecutivo “conscientes de que la mayoría social tiene un poder adquisitivo demasiado bajo”.
En esta línea, señaló que el presidentes anunció el “compromiso” de subir el SMI llegando al 60% del salario medio en España, poco después de la reunión al más alto nivel entre los secretarios generales de CCOO y UGT, Unai Sordo y Pepe Álvarez, respectivamente, con la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz.
Este encuentro tuvo lugar después de que acabara sin acuerdo un encuentro previo entre el secretario de Estado de Empleo, Joaquín Pérez Rey, con el vicesecretario general de Políticas Sindical de UGT, Fernando Luján, y la secretaria de Acción Sindical de CCOO, Mari Cruz Vicente.
A los encuentros de este martes no asistió CEOE, cuyo presidente, Antonio Garamendi, aseguró que el Ministerio de Trabajo solo buscaba “la foto” y criticó que el Gobierno todavía no hubiera realizado una propuesta concreta para incrementar el SMI.
CEOE tampoco asistió a la reunión que tuvo lugar en diciembre, aunque entonces remitió su propuesta por escrito. El planteamiento de la parte empresarial sugería un incremento del SMI del 4%, hasta una cuantía de 1.040 euros brutos al mes en 14 pagas, supeditado a establecer un régimen de deducciones aplicables al sector agrario y modificar la normativa de revisión de precios en los procesos de contratación derivados de la Ley 9/2017, de 8 de noviembre, de contratos del sector público, para repercutir el incremento del SMI en los contratos en ejecución.
Al respecto, el presidente de los empresarios criticó que no se haya dicho nada sobre los contratos públicos y sobre la situación “precaria” en la que se encuentra el campo. Censuró también que no se eleve la cuantía de los contratos públicos. “Te invito a cenar pero pagas tú la cena”, ironizó, para añadir que “si no se va a hablar de eso, pues que nos digan la cifra y ya está”.
Esta actitud fue criticada por el secretario de Estado de Empleo y Economía Social, quien calificó de “irresponsabilidad” la decisión de la patronal y le pidió “reflexión” y que vuelva a las mesas de diálogo social.
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