MADRID, 31 (SERVIMEDIA)
Casi el 80% de un total de 202 snacks salados a la venta en supermercados y analizados por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), en concreto 158 de ellos, son “poco o nada saludables”.
Así lo desvela un estudio que la entidad realizó del etiquetado nutricional y los ingredientes de dichos productos y que también revela que los peor parados son “especialmente” los fritos, las cortezas, los snacks con formas -aros, conos, bolas o estrellas, entre otras-, los gusanitos y las palomitas extruidas, según precisó este martes la organización en un comunicado.
Las “peores calificaciones” se deben al “exceso” de sal (3,8% de media), de grasas (24%) y de colorantes, saborizantes y aditivos, algunos de los cuales, como el E621, están “desaconsejados”, según recordó la OCU, por provocar reacciones de intolerancia en personas “sensibles”.
Junto a ello, también les “penaliza” su “elevado” aporte calórico, con 467 calorías por 100 gramos, hasta el punto de que, según la asociación, “hay paquetes con más de 600 calorías”, lo que representa cerca del 30% de la recomendación diaria para un adulto.
“Es más, los hidratos de carbono de los snacks, su principal ingrediente, están tan procesados que han perdido gran parte de sus vitaminas y fibra”, abundó la asociación, que también puntualizó que “no todos los snacks son iguales”.
LOS MENOS MALOS
Entre los “menos malos” estarían, a su juicio, los nachos y los de tipo ‘healthy’, un grupo “heterogéneo” con alegaciones saludables que, según su punto de vista, “no son siempre fiables”, e ingredientes “menos habituales”, como las legumbres, las semillas de chía o la quinoa.
“Son snacks con un poco menos de sal y normalmente horneados, lo que limita el contenido de grasas saturadas”, explicó la OCU, para destacar que dos de ellos, Tortilla Nachips de Old El Paso y Míos horneados de Risi, incluso son valorados como “saludables”.
A este respecto, advirtió de que, “aún con una buena valoración”, se trata de productos “altamente procesados, de poco interés nutricional y muy calóricos”, por lo que, a su entender, “solo deberían consumirse de forma ocasional y limitando su ingesta a una ración de 30 gramos”. Una cantidad que, según su criterio, no resulta “sencilla” de controlar, dado el “habitual recurso” al glutamato (E621) que, argumentó, “los hace tan apetecibles”.
Por todo ello, recomendó “priorizar” la ingesta de otros alimentos “poco procesados”, como los frutos secos, las aceitunas, los encurtidos, los boquerones en vinagre, el queso, el hummus o el guacamole.
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